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«El Estado no hace nada para reducir las muertes en siniestros»


Por Ariana Operti

Los siniestros viales se cobran la vida de 22 personas cada día. La mayor parte de los fallecidos son jóvenes de entre 19 y 35 años. Desde hace 15, Liliana Trombetoni lucha por reducir ese número. Como ella, hay cientas de personas que forman grupos y realizan diversas actividades para generar conciencia vial.

Representante a nivel nacional de «Estrellas Amarillas», Liliana es de Las Rosas y habló con CLG sobre cómo surge el trabajo colectivo de los diferentes grupos y, crítica con los resultados vistos, opinó sobre el rol del Estado: «Más allá del partido político, de quién sea el gobernador o el presidente, nadie hace nada».

Su sobrina falleció en un siniestro. Ella viajaba en moto, con casco, y fue embestida por un hombre que manejaba alcoholizado. Producto de esa situación, la mujer sintió un «dolor tan grande» que no quiere que otro pase por lo mismo. Es por ello que empezaron conformando un grupo de padres autoconvocados, imitando lo que ocurría en Chaco y en el departamento San Martín.

Al principio, hacían controles de alcoholemia todos los domingos a las seis de la mañana. Todos las semanas cambiaban de esquina, en Las Rosas. Con esos controles, pudieron reducir a cero la tasa de siniestros viales los fines de semana y el consumo de alcohol «disminuyó muchísimo en los conductores».

Algunos años después, un grupo de Correa les contó sobre la Fundación Laura Cristina Ambrosio Battistel y el representante de Las Rosas, Oscar Barei de la comisión de Tránsito, viajó a Córdoba a hablar con el presidente de la fundación, que había comenzado a pintar estrellas amarillas, Julio Ambrosio. De esta manera, se formó Estrellas Amarillas en la ciudad de Las Rosas.

En la Campaña Nacional de Concientización Vial Estrellas Amarillas, pintan estrellas en los lugares donde ocurrió un hecho vial que ocasionó una o varias muertes. «Donde nos convocan, vamos con nuestro grupito. Hemos ido a muchos lados», explicó Trombetoni quien aseguró que Rosario les «está costando».

«No veo que pintando estrellas hayan disminuido la cantidad de víctimas en siniestros»

«La ordenanza está hace años. No sé si es una cuestión política o qué es lo que pasa en la ciudad, quienes pintan no suelen ser de Estrellas Amarillas. Ahora se conformó uno nuevo, y están viendo qué es lo que deben hacer para poder pintar», agregó.

La intención de pintar estas figuras es lograr en quien maneja, entienda los riesgos de sufrir un siniestro vial si no respeta las normas de tránsito. Igualmente, Liliana reflexionó: «No veo que pintando estrellas hayan disminuido la cantidad de víctimas en siniestros«.

«En Rosario todo lo que sea seguridad vial está cajoneado. Ningún diputado habla sobre los siniestros y es la principal causa de muerte en jóvenes»

«Supongo que crea conciencia, que la gente cuando pasa por una levanta el pie del acelerador. No hemos podido reducir la cantidad de muertos, pero confío en que a alguien le hemos salvado la vida y por eso lo seguimos haciendo después de 15 años», aclaró.

Trombetoni aclaró que el boca a boca les ayuda mucho y que parte de sus tareas son ir a escuelas, dar charlas y colaborar en distintas campañas. «Por ejemplo, vamos a participar de un día de la primavera sin alcohol en San Jorge. El grupo de padres autoconvocados de esa ciudad está trabajando muy bien, es unido y ojalá lo puedan mantener en el transcurso de los años porque eso es lo que más cuesta. La Agencia de Seguridad Vial va allá a colaborar. Van a regalar cascos por ejemplo, esa es una manera de incentivar a jóvenes y adultos a que los usen», agregó.

La mujer fue crítica con el rol del Estado respecto a políticas de prevención de siniestros viales: «Acá hay una cosa que tenemos que tener en mente: si los civiles trabajamos por un lado y el Estado hace poco, no vamos a conseguir reducir la cantidad de muertes. Es por lo que venimos luchando. Durante 15 años, el Estado no hizo nada para bajar la cantidad de muertes«.

Las campañas, según manifestó Trombetoni, deben continuarse y «mantenerse en el tiempo», ya que «no sirve de nada» que el evento sea esporádico. En Rosario, por ejemplo, «todo lo que sea seguridad vial está cajoneado. Ningún diputado habla sobre los siniestros y es la principal causa de muerte en jóvenes«.

 

«En total, son entre 7500 y 8500 personas por año. El Estado no se hace cargo y nadie se hace eco. Acá se mueren 22 chicos por día y somos los familiares los que debemos movernos. Es terrible», expresó Liliana.

Al tiempo que agregó: «Lo que nosotros hacemos es para que a otro no le pase. Para que a mis hijas no les pase. Yo no tengo un documento firmado diciendo que a mí no me va a volver a pasar. Por eso necesitamos tanto del boca a boca, de los medios, que el Estado se comprometa. Más allá del partido político, de quién sea el gobernador o el presidente, nadie hace nada«.

La muerte de Juan Manuel De la Sota

El pasado sábado falleció el ex gobernador de Córdoba Juan Manuel De la Sota en un siniestro vial. Él era padrino de la hija del presidente de la Fundación Laura Cristina Ambrosio Battistel y fue quien, luego de hablar con Julio, presentó y firmó el programa de «Alcoholemia Cero» que rige en el territorio cordobés.

«De la Sota era un hombre que estaba preocupado por la seguridad vial. Casualmente, por esas cosas de la vida, el papá de él había muerto en un siniestro vial», aseguró Liliana quien manifestó que su fallecimiento los «impactó mucho».

«Siempre fue muy comprometido con Estrellas Amarrillas. Nos cayó mal lo ocurrido como nos caen mal todas las muertes que ocurren día a día», agregó.

Liliana recordó que fue él como gobernador quien construyó el corredor donde perdió la vida y aclaró que ellos creen que «se quedó dormido y tampoco iba despacio».

Luego, realizó una reflexión sobre las políticas en una provincia y otra: «Si salís de la provincia de Santa Fe y estás en Córdoba, te controlan y se respeta. Nosotros estamos a 50 kilómetros, ¿por qué en Santa Fe no pasa algo similar?»