Remarcó además que el país tendrá una nueva Constitución “porque es lo que la ciudadanía pide y necesita” y dio por seguro que eso se logrará “con responsabilidad, avanzando con acuerdos que llegarán inevitablemente”
La ex presidenta chilena Michelle Bachelet renovó este sábado su respaldo al proyecto de nueva Constitución, en una carta en la que consideró que ese texto, fruto del trabajo de un año de la Convención y que será sometido a plebiscito en septiembre, es «el mejor punto de partida para hacer realidad lo que tanto tiempo fue negado».
Tras reunirse en la noche del jueves con el presidente Gabriel Boric, la Alta Comisionada para los Derechos Humanos de la ONU -cargo en el que estará hasta fines de agosto- ratificó en el texto que votará Apruebo en la consulta, una postura que había adelantado a mitad de semana desde Lima.
«No tiene sentido temer a nuestras diferencias, al debate legítimo, aquel basado en hechos y respeto, mediante el cual se sostiene cualquier acuerdo durable. Fue lo que nos permitió recuperar la democracia, conquistar derechos y aspirara una mejor vida para todos. Estoy segura que ahora no será distinto, porque tenemos razones para confiar en nuestra democracia y nuestra ciudadanía», expresó Bachelet.
Remarcó además que el país tendrá una nueva Constitución “porque es lo que la ciudadanía pide y necesita” y dio por seguro que eso se logrará “con responsabilidad, avanzando con acuerdos que llegarán inevitablemente”.
La ex mandataria hizo un llamado a los chilenos y chilenas que «tienen en sus manos la definición del camino a seguir”.
“Como antes, cuando derrotaron al dictador; como ayer, cuando demandaron dignidad y fin a los abusos; como ahora, que no dejan de pedir una Constitución nacida en democracia», subrayó, y afirmó: «Con el Apruebo es más fácil conducir las transformaciones y llegar más lejos».
Ponderó que ve en el texto «un camino abierto para vivir mejor, para conquistar lo que tanto necesita Chile: más y mejores derechos sociales, y más y mejor democracia», aunque, igual que en la semana, admitió que «no es perfecto».