El Presidente fustigó en su discurso el proceder del mandatario de Uruguay, quien avanza en un tratado de libre comercio con China
El presidente Alberto Fernández cuestionó este jueves las intenciones de su par uruguayo, Luis Lacalle Pou, de avanzar en un tratado de libre comercio con China, bregó por la unidad del Mercosur y remarcó: «Nadie se salva solo».
Al exponer en la sesión plenaria de la LX Cumbre de Jefes de Estado del Mercosur y Estados Asociados, en Paraguay, Fernández remarcó, en un discurso crítico hacia los planes de Uruguay: «Debemos estar juntos, más unidos que nunca, somos más fuertes, somos un continente que da cátedra».
«Por qué no empezamos a fundar un nuevo Mercosur, donde nos prestemos las potencias que somos y que tenemos para que todos seamos más potentes», agregó el mandatario, a modo de propuesta, de cara a sus pares.
En la misma línea, en el Centro de Convenciones de la Conmebol ubicado en la ciudad de Luque, aseguró: «Si creemos que cada uno puede salvarse por sí solo no ha aprendido la enseñanza del papa Francisco: nadie, nadie se salva solo».
De esta forma, el mandatario centró su discurso en torno a las intenciones de Uruguay de cerrar negocios económicos con China y planteó la posibilidad de analizarlo de conjunto entre los cuatro países del Mercosur.
«Si existiera la posibilidad de analizar un acuerdo con China y el Mercosur, por qué no lo analizamos juntos», insistió, y agregó sobre la relación diferente que pretende llevar adelante Uruguay con el gigante asiático: «Por qué no pensamos en nosotros como lo que somos, un espacio único».
«Los invito a pensar en eso, en lugar de en lo que algunos titularon hace dos años, cuando Luis (Lacalle Pou) habló de su idea de pensar en China… el Mercosur se muere. El Mercosur debe vivir muchos años más, siempre, y América Latina y el Caribe deben estar unidas para siempre porque el mundo ha cambiado», reflexionó.
Por otra parte, enfocándose en la coyuntura argentina, dijo Fernández que le tocó gobernar en «el peor momento de la historia» y remarcó la necesidad de prestar atención al impacto de la pandemia de coronavirus y la guerra en Ucrania en los países de América Latina.
«La pandemia generó un año de quiebre en la economía mundial y todos lo padecimos», afirmó, y sostuvo que en plena recuperación, el conflicto bélico sumó su repercusión.
«Cuando alguien estornuda en Moscú, un argentino se resfría», graficó el presidente, al tiempo que propuso «transformar los proyectos de cada país en proyectos del Mercosur», y proveer a Europa de alimentos y energía de forma conjunta.
Para Fernández, la salida es la unidad de los países de Latinoamérica para «evitar cometer los peores errores», y delimitar esfuerzos comunes para vender alimentos y energía al mundo, y así «eliminar las asimetrías que existen».
«Lo único que pido a todos es que no nos ilusione la idea de separarnos, de buscar soluciones individuales, de que algunos pueden salir con un proyecto propio que le alcance a uno porque todo eso es de corto aliento. No me niego a analizar todo lo que haya que analizar y eso es mi querido Lacalle Pou lo que se llama flexibilización del Mercosur, y no quiero que nadie se caiga de la cornisa», completó Fernández.
El presidente uruguayo, por su parte, le respondió con crudeza al mandatario argentino: «La mejor manera de protegernos, a mi nación y mi pueblo, es abriéndome al mundo. Y por eso los pasos que toma Uruguay, que pide ser entendido y comprendido por el Mercosur», enfatizó.
Con la bilateral prevista para la próxima semana con Joe Biden en Washington en peligro tras el positivo en Covid-19 del presidente de Estados Unidos, Fernández viajó a Asunción en el Tango 04 a las 9:45 de este jueves para asistir a la Cumbre del Mercosur en territorio paraguayo.
Estuvo acompañado por el canciller Santiago Cafiero, el secretario General de la Presidencia, Julio Vitobello; la portavoz presidencial, Gabriela Cerruti; la secretaria de Relaciones Económicas Internacionales, Cecilia Todesca Bocco, y los embajadores argentinos ante la República del Paraguay, Domingo Peppo, y ante la República Oriental del Uruguay, Alberto Iribarne, entre otros funcionarios.