El mandatario de Brasil insinuó que podría ser "una amenaza" para él cuando deje el Gobierno, al referirse a la condena que recibió la expresidenta de facto de Bolivia
El presidente brasileño, Jair Bolsonaro, se comparó con la expresidenta de facto de Bolivia Jeanine Áñez, condenada el viernes a 10 años de cárcel por asumir de manera irregular el poder tras la salida forzada de Evo Morales, e insinuó que la Justicia de su país podría ser «una amenaza» para él cuando deje el Gobierno.
«¿Qué pasó hace un año? Ella (Áñez) fue detenida. Y ahora (…) diez años de cárcel. ¿Cuál es el cargo? Actos antidemocráticos. ¿Alguien hace alguna correlación con Alexandre Moraes y sus investigaciones en mi contra por actos antidemocráticos? O sea, ¿será una amenaza para mi cuando deje el Gobierno?», manifestó Bolsonaro, en referencia al juez del Tribunal Supremo de Brasil que condenó a uno de sus diputados a nueve años de cárcel por atentar «de manera continuada contra las instituciones democráticas», según recogió Folha de Sao Paulo.
En una entrevista con periodistas durante su visita el sábado a la ciudad estadounidense de Orlando, el presidente brasileño insistió en sus ataques a la Justicia de su país.
«Alexandre de Moraes hace una investigación en la que la Fiscalía no participa y me investiga por noticias falsas (…). ¿Qué hay en la cabeza de este tipo? ¿Qué está sacando de ello? ¿Cuáles son tus intereses?», declaró el mandatario brasileño, según CNN Brasil.
Por otra parte, Bolsonaro también cuestionó la ley electoral brasileña y arremetió contra el líder opositor Luiz Inácio Lula da Silva, a quien acusó de corrupto, consignó la agencia Europa Press.
Además, insistió en el «riesgo de fraude» si el Ejército no puede participar «más activamente» en el conteo de los votos de las elecciones, que se celebrarán el próximo 2 de octubre y para las que Lula parte como favorito.
Bolsonaro viajó a Estados Unidos esta semana para asistir en Los Ángeles a la IX Cumbre de las Américas.
El sábado estuvo en Orlando para inaugurar un viceconsulado brasileño y mantener un encuentro con simpatizantes en una iglesia evangélica.