La Comisión Europea celebra este martes una «cumbre» en Bruselas sobre la calidad del aire con los ministros de Medio Ambiente de nueve países, entre ellos España, Francia y Alemania, considerados los malos alumnos de la Unión Europea (UE) en la materia.
Es «la ocasión y la última oportunidad [para estos ministros] de encontrar soluciones», resumió el portavoz del Ejecutivo comunitario Margaritis Schinas en la víspera de la reunión.
En caso contrario, se recurrirá al Tribunal de Justicia de la Unión Europea (TJUE), avisó Bruselas, que lleva años advirtiendo a varias capitales a través de «procedimientos de infracción».
Se considera que la contaminación del aire es responsable de más de 400.000 muertes prematuras al año en la UE, sin contar a los europeos que sufren enfermedades respiratorias y cardiovasculares. La Comisión calcula que al bloque le cuesta más de 20.000 millones de euros anuales.
«Para reducir esta cifra, es necesario que los Estados miembros sean conformes a los límites de emisiones que acordaron. En caso contrario, la Comisión, en su calidad de guardiana de los Tratados, deberá tomar las medidas necesarias», advirtió Schinas.
Los nueve países convocados –Alemania, España, Francia, Hungría, Italia, República Checa, Rumanía, Reino Unido y Eslovaquia– superan regularmente los límites de emisiones establecidos con el fin de proteger la salud de los europeos para dos contaminantes clave, las partículas finas (PM10) y el dióxido de nitrógeno (NO2).
A pesar de las repetidas advertencias de la Comisión desde hace meses, o incluso años en algunos casos, estos países no se atuvieron a las normas, lamenta el Ejecutivo europeo.
Llevarlos ante la justicia europea «sería la salida a un largo periodo, demasiado largo dirían algunos, durante el cual hemos propuesto nuestra ayuda, hemos dado consejos y lanzado advertencias», declaró el comisario europeo de Medio Ambiente, Karmenu Vella.
«La calidad del aire en España mejora, no empeora», aseguró el lunes la ministra española de Medio Ambiente, Isabel García Tejerina, precisando que los problemas de contaminación se centran en grandes ciudades como Barcelona o Madrid y no son un «problema generalizado».
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– «¿Cuál es el resultado?» -.
«La Comisión intenta desde hace varios años presionar a los Estados con la amenaza de una multa récord del TJUE, pero ¿cuál es el resultado? Cuando uno ve que la primera orden dada a Francia remonta a 2009, cabe plantearse la pregunta», se indignó la eurodiputada francesa del grupo de los Verdes Karima Delli en un comunicado.
Bulgaria y Polonia, que también están afectadas por la contaminación con partículas, no están convocadas porque con ellas ya se dio el paso de recurrir al TJUE. Este tipo de procedimientos puede conducir a sanciones financieras.
La Comisión tiene en la mira a otros Estados, pero que aún disponen de un cierto margen de maniobra antes de llegar a la etapa del Tribunal de Justicia.
Un total de 23 países de los 28 Estados miembros superan los límites sobre las normas de calidad del aire, según la Comisión, y el problema afecta a más de 130 ciudades europeas. Hay 16 expedientes abiertos en el caso de las partículas, 13 en el caso del dióxido de nitrógeno y uno para el dióxido de azufre.
Eurocities, la organización que agrupa a las 140 mayores ciudades de Europa, espera medidas «claras y transparentes» como resultado de la reunión.
«La mayoría de las ciudades hacen su parte, pero necesitamos que los dirigentes europeos y nacionales respeten su parte del mercado», declaró su secretaria general, Anna Lisa Boni.
Cuando hace casi un año el Ejecutivo europeo lanzó una «última advertencia» a cinco países, España entre ellos, sobre el dióxido de nitrógeno, también propuso medidas como «la reducción del volumen global del tráfico», «el paso a los vehículos eléctricos» o «la reducción de las emisiones de los vehículos con motor diésel».
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