En el marco del acto, se inaugurará la puesta en valor y restauración de la cartelería del monumento al crucero realizado en el año 2014
«No se puede celebrar con la totalidad del territorio nacional un 25 de mayo como el de hoy porque todavía no está flameando nuestra bandera celeste y blanca en nuestras Islas Malvinas», dijo a Télam el excombatiente y director del Museo, Edgardo Esteban, quien encabezará el acto previsto a las 11 en el Espacio Memoria y Derechos Humanos (Ex-Esma), ubicado en la calle Santiago de Calzadilla 1300 de la ciudad de Buenos Aires.
En el homenaje está prevista la presencia del secretario de Malvinas, Antártida y Atlántico Sur en la Cancillería, Guillermo Carmona, y del ministro de Cultura, Tristán Bauer, mientras que participarán 50 excombatientes del Crucero ARA General Belgrano y familiares de los tripulantes, entre otros asistentes.
En el marco del acto, se inaugurará la puesta en valor y restauración de la cartelería del monumento al crucero realizado en el año 2014, mientras que en el espejo de agua se colocarán dos balsas y también se entregarán medallas a los excombatientes por los 40 años del conflicto bélico.
«Para nosotros no es menor este rescate de lo colectivo que tiene que tener la causa Malvinas, es parte de esta construcción colectiva de lo que es ‘Malvinas nos une'», dijo Esteban.
En ese sentido, sostuvo que «los soldados que estuvieron en nuestro Atlántico Sur fueron hundidos por un submarino nuclear como el Conqueror en la zona de exclusión de lo que era el conflicto bélico, algo que está denunciado como un crimen de guerra».
El director del museo destacó la importancia del homenaje no solo en el contexto de los 40 años del conflicto del Atlántico Sur, sino por lo que significa: «la reivindicación de nuestra lucha por la soberanía de las Islas Malvinas, la base militar aliada de la OTAN que está en nuestras Islas y es la más grande de todo el hemisferio sur, el puerto de aguas profundas que están construyendo los británicos mirando hacia lo que es una política hacia el futuro en lo que es el dominio de la Antártida y fundamentalmente la mayor reserva de agua potable que tiene el planeta».
El hundimiento del crucero, ocurrido el 2 de mayo de 1982, fue consecuencia del ataque con torpedos del submarino británico Conqueror durante la guerra de Malvinas y provocó la muerte de 323 tripulantes.