La agencia de calificación estadounidense Fitch Ratings proyectó una caída del 2,5% para la economía de la Argentina en 2018, con una inflación que superará el 40% anual en diciembre.
La firma fue fundada por John Knowles Fitch consideró que las nuevas negociaciones entre el gobierno argentino y el Fondo Monetario Internacional (FMI) reflejan esfuerzos proactivos para mitigar riesgos de financiamiento de corto plazo y reducir las necesidades de endeudamiento.
Sin embargo, indicó la agencia, existen una recesión económica amenazante y retos políticos para la austeridad presupuestaria que plantean riesgos para las perspectivas fiscales del país y el programa de financiamiento.
«Estos factores serán críticos para la evaluación crediticia del soberano por parte de Fitch», sostuvo la agencia en un análisis sobre la situación económica, política y financiera de la Argentina.
La perspectiva macroeconómica de Argentina ha empeorado desde mayo, cuando Fitch revisó su Perspectiva a «estable» desde «positiva», manteniendo su calificación en «B». Las condiciones financieras ajustadas, las cuales conllevan las tasas de interés más altas de la historia (60%), pérdida de confianza, salarios reales en erosión y una consolidación fiscal más rápida, afectarán en gran medida al crecimiento.
Fitch proyectó que el producto interno bruto (PIB) real se contraerá 2,5% en 2018 y permanecerá estable en 2019; además, estimó que la inflación excederá 40% en 2018, superando ampliamente el objetivo de 27% del SBA.
«La confianza de los inversores en relación con la deuda de Argentina se ha deteriorado desde junio, cuando el crédito del FMI se puso en marcha. Esto sugiere que el préstamo no ha logrado estabilizar los mercados ni catalizar los fondos privados, como era su intención», dijo la agencia.
A pesar de estas tendencias negativas, nuevas medidas fiscales y esfuerzos por movilizar un financiamiento mayor por parte del sector público son avances positivos que podrían ayudar a reducir los «déficits gemelos» más rápido de lo esperado y la dependencia del financiamiento por parte del mercado.
Fitch cree que los riesgos de deuda soberana se relacionan principalmente con la liquidez y esos riesgos asociados a la sostenibilidad de la deuda podrían ir al alza si los efectos adversos de contracción del PBI real, la depreciación del peso y las tasas de interés altas fueran exacerbados por consolidación fiscal inferior a lo esperado.
«Esto podría complicar la recuperación del acceso al mercado», expresó la agencia.