El ministro de Defensa, Oscar Aguad, afirmó que será «imposible» reflotar el casco del submarino ARA San Juan, desaparecido desde el 15 de noviembre pasado con 44 tripulantes a bordo, si es hallado a una profundidad mayor a los 400 metros.
«Reflotarlo será imposible después de los 400 o 500 metros de profundidad», expresó el ministro, al dar precisiones sobre la búsqueda de la nave de la Armada que se encuentra en manos de la empresa estadounidense Ocean Infinity.
No obstante, el funcionario, ante la posibilidad plausible de un hallazgo en más de 500 metros de profundidad ya que se busca al submarino en la zona del talud continental, dijo que de todas maneras podrían ser valiosos, en ese caso, los registros fotográficos que puedan obtenerse.
Aguad, en declaraciones al canal TN, advirtió que «encontrar el submarino sería extraordinario, no sólo desde el punto de vista humano, por los familiares de los tripulantes, si no desde el punto de vista de la investigación judicial».
El funcionario, si bien calificó como «muy bueno» la investigación del caso que realiza la jueza federal de Caleta Olivia, Marta Yáñez, consideró que «es muy difícil trabajar sin los elementos, como la caja negra del submarino». El ministro reiteró que la firma Ocean Infinity tiene un plazo de «60 días cómo mínimo y 120 de máximo para hallar el submarino».
Además, sostuvo que el capitán de la misión «es muy optimista» respecto a un resultado positivo «por la tecnología que utiliza y porque cuenta con el dato del lugar de la explosión» que habría marcado el trágico epílogo de la nave.
Aseguró que la empresa estadounidense reporta en forma diaria a la Armada sobre el desarrollo de la búsqueda, mientras que el buque que la encabeza lleva tres oficiales de la Armada para observar las tareas a bordo del buque Seabed Constructor, que encabeza la misión.
Aguad indicó que la Armada presta colaboración con la búsqueda mediante «un destructor que barre la zona de pesqueros para evitar complicaciones para los dos vehículos AUV (Autonomic Underwater Vehicle, en inglés)», los robots sumergibles que podrían tener inconvenientes con las redes de esa clase de buques.
Las tres áreas de búsqueda a barrer en la misión tienen profundidades que llegan a los mil metros de profundidad y algunos sectores cuentan con cañones submarinos de 300 metros y 1 kilómetro de ancho.