Política y Economía

Avanza la primera revisión del programa con el FMI para refinanciar la deuda


Desde ambas partes anticiparon la posibilidad de que se concreten cambios en determinados puntos

(Por Mara Laudonia-Télam)

La Argentina y el FMI ingresaron en la etapa final de las reuniones para la concreción de la primera revisión del programa con el organismo multilateral suscripto en marzo último para refinanciar la deuda de 45.000 millones de dólares tomada durante el Gobierno de Mauricio Macri.

Desde ambas partes anticiparon la posibilidad de que se concreten cambios en determinados puntos, aunque no en las metas fundamentales del acuerdo.

El jueves, el presidente Alberto Fernández -durante un contacto que mantuvo con la prensa en París, en el marco de la gira europea que abarcó también a España y Alemania- anticipó que el acuerdo alcanzado a fines de marzo con el organismo multilateral contendrá cambios en virtud de la guerra desatada entre Rusia y Ucrania, que está impactando en la economía global.

Fernández dijo que si el Fondo Monetario Internacional tomó la decisión de revisar los acuerdos firmados con distintos países, en función de las consecuencias de la guerra, esto también «será aplicable» para la Argentina.

«El FMI ya ha dicho que hay que revisar los acuerdos porque la economía se alteró significativamente» con la guerra en Ucrania y «si es una decisión, una idea del Fondo, también será aplicable a nosotros», sostuvo el Presidente.

«Tenemos que ver exactamente cómo es la repercusión de los efectos de la guerra en Argentina. El primer indicio, muy negativo, es el índice de la inflación», aseveró Fernández en relación al indicador macro económico que si bien no constituye una meta primaria en el acuerdo con el FMI, puede condicionar su implementación.

De esta forma, el jefe del Estado no descartó la posibilidad de revisar algunos puntos del acuerdo.

Al ser consultado sobre esta cuestión, sostuvo que «cuando llegue el momento, entiendo que el Fondo lo propiciará como la ha dicho públicamente», y destacó que el Ministerio de Economía tiene «diálogo permanente» con el organismo multilateral.

En este sentido, hay, por otro lado, un nuevo Fondo de Resiliencia y Sustentabilidad del FMI, vigente desde el 1 de mayo, del que la Argentina podría beneficiarse mejorando las condiciones crediticias en los plazos, si bien el alcance es acotado para el país, ya que el monto del que podría disponer es de apenas 1300 millones de dólares.

La semana pasada, cuando el Indec informó que la inflación de abril fue del 6%, los funcionarios del Ministerio de Economía y del Banco Central continuaron con las reuniones virtuales que vienen manteniendo con el staff del FMI, encabezado por Julie Kozack, subdirectora del departamento del Hemisferio Occidental, y Luis Cubeddu, jefe de la misión para Argentina, para la concreción de la primera revisión del acuerdo.

El aval del organismo a la revisión permitirá gatillar un desembolso de 4.100 millones de dólares, necesario para pagar los vencimientos de junio próximo.

Estos encuentros continuarán durante las próximas semanas, y la recomendación final del staff del organismo al Directorio con el ok para liberar el desembolso podría darse incluso en los primeros días de junio.

Las reuniones por la primera revisión comenzaron a mediados de abril, durante la cumbre de Primavera conjunta del FMI y el Banco Mundial en Washington.

Desde ambos lados explicaron que las reuniones se están dando desde la «virtualidad» y que la pandemia cambió la lógica de las tradicionales revisiones, que tenían un principio y fin, con visita presencial.

Los analistas no ven mayores complicaciones para dar por aprobada la primera revisión – las metas exigibles de déficit, reservas, y financiamiento del BCRA al Tesoro serían cumplidas-, si bien advierten que a medida que avance el año el logro de los objetivos podría complicarse en base a las metas establecidas en el programa firmado en marzo.

Hay economistas que observan que, dado el contexto internacional y los costos de la energía, podría tonarse muy difícil cumplir con la meta de déficit fiscal (2,5%) establecido en el acuerdo, entre otras cuestiones.