Política y Economía

Las franquicias argentinas se lanzan a la expansión internacional


Con más de 1.500 empresas, en el sector consideran que ya se alcanzó un nivel de maduración y consolidación, luego de los vertiginosos crecimientos entre 1990 y 2015

El mercado argentino de franquicias buscará este año consolidar el crecimiento registrado en 2022 y expandir su presencia en el exterior, tanto en apertura de nuevos locales como en la cantidad de franquiciantes.

Con más de 1.500 empresas, en el sector consideran que ya se alcanzó un nivel de maduración y consolidación, luego de los vertiginosos crecimientos entre 1990 y 2015, y estiman que este año cerrarán con 43.842 PDV (Puntos de venta) y 219.546 puestos de trabajo, con incrementos respecto de los niveles previos a la pandemia del 13,9% y el 0,85%, respectivamente.

«En cantidad de franquiciantes, somos el tercer país de América Latina después de Brasil y México, pero en exportación de franquicias somos los primeros, como resultado de tres factores: la creatividad, el diseño y la innovación«, destacó en declaraciones a Télam Carlos Canudas Rivell, director de la Asociación Argentina de Marcas y Franquicias (AAMF).

La entidad se encuentra en plenos preparativos para la realización de la vigésimo séptima exposición internacional, el 26 y 27 de mayo próximos en La Rural, ocasión en la que por primera vez será el escenario de un encuentro del franchising mundial.

«La exposición viene muy bien, ya está completamente vendida, el flujo de años pasados fue entre 6.000 y 9.000 personas y esperamos una afluencia de por lo menos 7.000 visitantes», confió el director ejecutivo de la Asociación, Ezequiel Devoto.

Este primer encuentro global post pandemia representó un desafío para los organizadores ya que «la decisión se tomó en octubre del año pasado y no sabíamos qué iba a pasar en mayo» ante el rebrote de Covid-19 de diciembre y enero, reconoció Devoto a Télam.

En la exposición también se llevarán a cabo rondas de negocios y las reuniones del World Franchise Council (WFC) y de la Federación Iberoamericana de Franquicias (FIAF), de las que participarán delegaciones de 18 países.

Devoto puntualizó que el auge de las franquicias de las últimas décadas en el país parte de la base de contar con «un soporte más fuerte» desde la gestión comercial respecto de un negocio individual, en aspectos como pago a proveedores, contratos de alquiler y otras facetas.

«El principal argumento es la marca y la seguridad de un negocio probado», dijo, subrayando un concepto central para el sector y que forma parte del nuevo Código Civil y Comercial desde el 2015.

A instancias de Osvaldo Marzorati, abogado y presidente honorario de la AAMF, en el artículo 1512 se especifica que «hay franquicia comercial cuando una parte, denominada franquiciante, otorga a otra, llamada franquiciado, el derecho a utilizar un sistema probado, destinado a comercializar determinados bienes o servicios bajo el nombre comercial, emblema o marca del franquiciante, quien provee un conjunto de conocimientos técnicos y la prestación continuas de asistencia técnica o comercial, contra una prestación directa o indirecta del franquiciado».

De esa forma, a la identidad con la marca le suma un factor esencial en los tiempos que corren como la capacitación, tanto a los franquiciados como a los empleados.

Por tal razón, explicó, «la pandemia fue menos dura para los franquiciados, por las ventajas propias de formar parte de una red. Muchos que tuvieron que ‘pedir la toalla’ -agregó- lograron que alguien les comprara su comercio; son ventas de oportunidad, pero al tratarse de marcas reconocidas siempre hay interesados».

Para expresarlo en números, Devoto señaló que en el peor momento de la pandemia «relevamos el cierre de 6.000 PDV, pero se abrieron 3.000 con formatos diferentes».

Las estadísticas de la AAMF indican que de los 38.487 PDV de 2019 se cayó a 35.831 al año siguiente, el primero en más de una década con un descenso anual, pero con la flexibilización de las restricciones en 2021 los locales subieron a 40.633 y se proyectan 43.842 para 2022.

Sin embargo, la evolución en cantidad de PDV y puestos de trabajo no es pareja: desde 2016, los primeros crecerán un 37,49%, en tanto los empleos aumentarán cinco veces menos, un 7,88%.

Devoto explica esas dos velocidades distintas en que, en primer lugar, «hay una tendencia histórica a la baja en puestos de trabajo», pero además, «los formatos nuevos requieren menos cantidad de empleados», en especial después de la adopción de las modalidades virtuales que afloraron en la pandemia.

En ese sentido, denominadas tiendas oscuras o dark stores, en el que la venta es 100% virtual, requiere de menos mesas y, por ende, menos personal dedicado a la atención presencial al público, situaciones que también se vienen dando con el auge del delivery y dos conceptos a los que la pandemia convirtió en habituales: el take away (la compra en el local de un producto para consumirlo fuera de él) y el pick up store (el retiro en la tienda física de la compra efectuada mediante una plataforma online).

Otra salida ante la necesidad causada por la pandemia, que por sus buenos resultados llegó para quedarse, es el de los comercios con pequeños agregados, una opción para la que los vínculos propios de las franquicias representan una importante facilitación.

«Por ejemplo, habilitar un sector de heladería en una pizzería», comentó Devoto, quien destacó la salida provechosa para ambas partes, porque «a la pizzería le sirve tener algo más para ofrecer y muchas heladerías conocidas lograron con este modelo no caer tanto en su volumen».