Se trata de "una herramienta que se creó desde el Estado para reparar crímenes del propio estado nacional" perpetrados durante la dictadura militar
La directora del Banco Nacional de Datos Genéticos, Mariana Herrera Piñero, destacó el jueves al encabezar en Tucumán una celebración por los 35 años de la creación del organismo que se trata de «una herramienta que se creó desde el Estado para reparar crímenes del propio estado nacional» perpetrados durante la dictadura militar.
El Banco Nacional de Datos Genéticos es el archivo público y sistemático de material genético y muestras biológicas de familiares de personas secuestradas y desaparecidas durante la dictadura militar argentina y fue creado el 13 de mayo de 1987, a través de la sanción de la ley 23.511, impulsada durante la presidencia de Raúl Alfonsín junto a organismos de derechos humanos.
En el marco de esa conmemoración se realizó el jueves en el Espacio para la Memoria La Escuelita de Famaillá la apertura de las Jornadas por la Identidad y la Memoria, de la que participaron funcionarios nacionales y provinciales.
«El Banco cumple 35 de su creación por ley y es la única herramienta que el estado Nacional creó para la identificación de los niños nacidos en cautiverio, secuestrados junto a sus padres, y la colaboración en la identificación de personas desaparecidas», manifestó la directora del BNDG, Mariana Herrera Piñero.
Y, resaltó que se trata de «una herramienta que se creó desde el Estado para reparar estos crímenes por el propio Estado Nacional».
Dirigiéndose a los estudiantes secundarios presentes, la directora destacó «la importancia de que el Banco llegue a ustedes tiene que ver con entender lo que es crear vocaciones científicas aplicadas a los derechos humanos, a la vida y bienestar de las personas vinculada a políticas de memoria verdad y justicia».
Así como también «que ustedes puedan llevar a sus casas está temáticas para hablarlo con sus familias e interpelar cuáles son sus memorias», sostuvo la funcionaria nacional.
En tanto, el director del Conicet Noa, Atilio Catagnaro, remarcó «la importancia del trabajo que realizan los Espacios de Memoria y el Banco del Banco Nacional de Datos Genéticos nos permite conocer el pasado e ir construyendo ese camino que significa la democracia en nuestro país».
«Es fundamental tener elementos científicos que permitan reconstruir y ver lo que sucedió en el pasado», indicó.
Por su parte, la directora del Espacio «La Escuelita de Famaillá», María Coronel, señaló que «hoy homenajeamos la ciencia y su aporte a la labor cotidiana en estos espacios, permitiendo rescatar las historias de las mujeres desaparecidas en los que fueron centros clandestinos y la necesidad de mantener la investigación y rescatar la memoria».
Luego los funcionarios y el público participaron de una mesa panel sobre «Golpe de estado del 76 y centros clandestinos» a cargo del Ezequiel de Bell, coordinador del Laboratorio de Investigaciones Grupo Interdisciplinario de Arqueología y Antropología de Tucumán (Ligiaat) y miembro de la Comisión por la Memoria del Conicet.
Además, Coronel realizó un recorrido guiado por La Escuelita de Famaillá.
La Escuelita fue el primer centro clandestino de detención torturas y exterminio identificado por la Comisión Nacional sobre la Desaparición de Personas.
Funcionó en la ciudad de Famaillá, ubicada al sur de Tucumán, durante lo que se conoció como Operativo Independencia, que tuvo su inicio en febrero de 1975 y se extendió hasta el 24 de marzo del 76.
El 2 de diciembre de 2015 el lugar fue declarado Espacio para la Memoria y Promoción de los Derechos Humanos, convirtiéndose en sede de talleres culturales, formaciones docentes, entre otras actividades vinculadas a la temática.
Entre otras personalidades, participaron de las actividades el ministro de Educación provincial, Juan Pablo Lichtmajer, quien resaltó la importancia de que «haya vida y educación, haciendo memoria para construir futuro» y el intendente de Famaillá, José Orellana.
Las actividades por los 35 años continuarán en la facultad de Ciencias Naturales y este viernes con la presencia del ministro de Ciencia, Tecnología e Innovación de la Nación, Daniel Filmus y la presidenta del Conicet, Ana Franchi.