El fiscal federal Carlos Rívolo pidió desestimar por falta de pruebas una denuncia que se inició a partir de la declaración del exjuez Norberto Oyarbide sobre sucesos que tuvieron lugar cuando resolvió sobreseer al matrimonio Kirchner por enriquecimiento ilícito.
Al declarar como imputado en la causa por los cuadernos del chofer Oscar Centeno y ante el juez Claudio Bonadio, Orabide dijo que sufrió una amenaza de muerte en el restaurante el Mirasol en el paseo de la Recova en oportunidad de ir a almorzar.
Según el relato del exjuez, en una fecha que no precisó y cuando había ido a almorzar a ese restaurante, en momento de ir al baño y a sus espaldas se le acercó un desconocido y le apoyó un cuchillo tipo tramontina en su espalda.
«Vos merecés morir porque sos un sorete por haber sobreseído a los máximos delincuentes de este país y sabes muy bien de quien te hablo», recordó Oyarbide que le dijo el desconocido cuando él estaba frente al espejo del lavadero.
«Pensé que ese era el minuto exacto de mi muerte», dijo Oyarbide quien no precisó el momento en que ocurrieron los hechos y aclaró que cuando pasó, todos sus custodios estaban en la vereda del restaurante y cuando les avisó ya todo había ocurrido.
Oyarbide, tras declarar en aquella causa y ante los medios de comunicación dijo que «le apretaban» el cogote para resolver el sobreseimiento de los Kirchner por enriquecimiento ilícito algo que hizo en 2009.
Pero al presentarse ante el fiscal Carlos Stornelli, quien interviene en la causa de los cuadernos, el exjuez dijo que previo a decidir tuvo una reunión con el entonces titular de la Auditoría General de la Nación, Javier Fernández y con el poderoso espia Horacio Jaime Stiuso.
El juez dijo que esa reunión que tuvo lugar en oficinas de Avenida Córdoba y Maipú, tanto Fernández como Stiuso le pidieron que resuelva la situación de los Kirchner cuanto antes.
«Me solicitaron que resuelva la causa ese miso fin de semana. Yo respondía que yo era un ser humano, que tenía que evaluar la prueba, analizarlo, verlo, con mis ojos y con los secretarios. No era algo tan sencillo como ellos me lo pedían.
Ellos querían ese día o ese día. La orden partía directamente de Néstor Kirchner, así me lo refirieron ellos. Ambos llevaban la voz cantante, es decir Cristina y Néstor Kirchner», dijo Oyarbide sobre ese encuentro.
Pero en la declaración, Oyarbide aclaró que ese encuentro no «torció» su voluntad ya que resolvió el sobreseimiento de los Kirchner «conforme a derecho con prueba» que tenía en ese momento.
Sobre el episodio de la amenaza, el fiscal Rívolo dijo que son «insuficientes» los datos aportados por Oyarbide luego de tantos años de ocurrido el hecho sumado a que el juez nunca dio precisiones sobre el hecho.
En tanto, sobre la reunión que dijo tener con Stiuso y Fernández, la fiscalía evaluó que el propio juez dijo que ninguno torció su voluntad y que resolvió el sobreseimiento de los Kirchner conforme a derecho.
Por ello, Rívolo terminó pidiendo desestimar ambos hechos en una presentación que hizo ante el juez federal Claudio Bonadio.