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Opinión: Guzmán y un buen viaje a Washington


Por Diego Añaños

El ministro Martín Guzmán ya se encuentra en los EEUU, donde asiste a la Asamblea de Primavera del Fondo Monetario Internacional en Washington. De acuerdo a lo comunicado por la prensa del ministerio mantuvo varias reuniones bilaterales, entre las que se destacan las que mantuvo con su par brasileño Paulo Guedes, y con el ministro de Finanzas de Indonesia, Sri Mulyani. Abro paréntesis: tal vez una reunión con el ministro de Finanzas de Indonesia pueda parecer intrascendente a más de un distraído, pero tiene un PBI medido por PPA más alto que el de Brasil, siendo la 7° economía del mundo. Cierro paréntesis.

Guzmán, también se reunió con el equipo del FMI encargado del seguimiento del caso argentino, donde estuvo acompañado por el representante del Cono Sur en el organismo, Chodos. Por el Fondo participaron el director para el Hemisferio Occidental, Illan Goldfajn; la subdirectora del Departamento para el Hemisferio Occidental, Julie Kozack; y el jefe de la misión argentina, Luis Cubeddu. De hecho es el primer encuentro que Guzmán mantiene con Goldfajn, quien asumió su cargo en enero, en reemplazo del archiconocido Alejandro Werner. Según dejaron trascender los voceros del ministerio la comunicación con el equipo del FMI es permanente. Desde el ministerio aseguran que no habrá problemas con el cumplimiento de las metas para el primer trimestre y, tanto la revisión de mayo, como la de septiembre, serán aprobadas, por lo que no será necesario recalibrar el programa. En caso de confirmarse los trascendidos, el cumplimiento de la revisión de mayo habilitará un segundo desembolso por parte del organismo, que rondará los U$S4.150 millones. Dados los cambios profundos que se vienen produciendo en el tablero global, los equipos están monitoreando exhaustivamente el desarrollo del programa y, aunque aseguran que será necesario hacer ajustes al texto original, aún no dan pistas de por dónde vendrán. La reunión del viernes con la directora gerente del organismo, Kristalina Georgieva, fue meramente protocolar, y no hubo novedades luego de la misma.

El día miércoles, el ministro expuso en el plenario de ministros de Finanzas y presidentes de bancos centrales de G-20. Durante su disertación, propuso que, tanto países desarrollados como países en desarrollo pongan en marcha una batería de medidas redistributivas con el objeto de contener los efectos de la crisis que está produciendo el conflicto armado entre Rusia y Ucrania, y que se traduce en una fuerte disparada de los precios de los alimentos y la energía. Dijo textualmente: “Como comunidad global, necesitamos encontrar mecanismos para implementar políticas que permitan que nuestras sociedades no enfrenten un shock muy regresivo, porque si no hacemos esto, vamos a ver consecuencias duraderas, tanto a nivel social, como a nivel político”. La advertencia de Guzmán es clara: si no instrumentamos los mecanismos de contención social para sostener a los más vulnerables, se corre en peligro de una escalada del conflicto social y, como la historia lo demuestra, es posible saber cómo comienza, pero no cómo termina. En ese sentido, puso sobre la mesa tres propuestas, bajo la atenta mirada de Georgieva. Las medidas propuestas son:

  • Redistribución de la riqueza mediante impuestos a las rentas extraordinarias obtenidas a partir de la modificación de precios relativos de la commodities.
  • Cambio en la arquitectura financiera global para aliviar el peso de la deuda en los países de ingresos bajos y medios
  • El aporte del trabajo en conjunto entre Argentina y Brasil para proveer de energía al resto del mundo.

Guzmán llegó a Washington y fue recibido con buenas noticias. Según las estimaciones del World Economic Outlook, que elabora el FMI periódicamente, el organismo volvió a corregir al alza las expectativas de crecimiento de la economía argentina para 2022. Como suele ocurrir, a medida que el tiempo transcurre, las estimaciones mejoran sensiblemente: en octubre del año pasado lo había estimado en 2,5%, en enero de este año lo elevó a 3%, mientras que en el último informe la cifra llegó al 4%. Concretamente, el Fondo incrementó en 1 punto y medio sus proyecciones de crecimiento del producto argentino en seis meses. Paralelamente, el informe proyecta una inflación de 48% para este año, un poco por debajo de lo que esperan los principales agentes económicos nacionales. Es muy probable que este último número se corrija al alza a medida que avance el año, y seguramente será uno de los puntos centrales a recalibrar.