Son trece las provincias y la ciudad de Buenos Aires las que están bajo alertas por tormentas fuertes, nevadas y vientos intensos con velocidades entre los 60 y 85 kilómetros por hora, con ráfagas que pueden superar los 120 kilómetros por hora
Trece provincias y la ciudad de Buenos Aires se encuentran este domingo bajo alertas por tormentas fuertes, nevadas y vientos intensos con velocidades entre los 60 y 85 kilómetros por hora, con ráfagas que pueden superar los 120 kilómetros por hora, informó el Servicio Meteorológico Nacional (SMN).
El organismo emitió alertas amarillas por tormentas, que pueden estar acompañadas de intensas ráfagas, fuerte actividad eléctrica y ocasional caída de granizo para varias localidades de las provincias de Buenos Aires, Corrientes, Entre Ríos y Santa Fe y también para CABA., donde las lluvias se esperan para esta noche.
En esas zonas los valores de precipitación acumulada pueden ubicarse entre los 40 y 70 milímetros, por lo que el SMN recomendó que los pobladores eviten actividades al aire libre, no se refugien cerca de árboles y postes de electricidad que puedan caerse y eviten sacar la basura para no impedir que el agua se escurra.
En tanto, las provincias de Mendoza, Neuquén, Río Negro y Chubut están bajo alerta naranja por nevadas, que ocasionará la acumulación de entre 60 y 80 centímetros especialmente en la zona cordillerana, y en todos los casos también se emitieron advertencias por vientos fuertes que pueden alcanzar entre 60 y 80 kilómetros por hora, con ráfagas de hasta 120 kilómetros por hora.
El sur de Mendoza, especialmente la zona baja de Malargüe, estará afectado también por el viento Zonda que soplará con intensidades que oscilarán entre 40 y 65 km/h y ráfagas que pueden llegar al doble de velocidad.
En La Rioja y San Juan también rigen alertas amarillos por viento Zonda.
Este fenómeno puede provocar reducción de la visibilidad, un repentino aumento de temperaturas y condiciones de baja humedad relativa.
Para estas zonas, el SMN recomendó asegurar los objetos que puedan ser arrojados por el viento, mantenerse alejados de los arboles ya que la fuerza del viento podría quebrar alguna de sus ramas y mantener cerradas las casas de la manera más hermética posible.