Por Enrique Genovar
Central está al límite. Es que más allá de la crisis futbolística horas antes del compromiso los jugadores recibieron la visita de hinchas caracterizados. Un grupo de entre 15 y 20 hinchas se presentaron en el predio de Arroyo Seco para charlar con el plantel. Todo esto, en la previa del duelo de hoy donde el equipo de Leandro Somoza recibirá a Independiente de Avellaneda.
La situación es tan delicada que, por la falta de resultados y la posición de colista en la tabla, hace que en la previa ni el empate le sirva al Canalla en el duelo ante el Rojo.
Dos victorias nada más. Un entrenador nuevo que solamente sumó un punto. Jugadores en bajo nivel. Un equipo sin una clara idea de juego. Y a meses del próximo acto eleccionario. Un combo explosivo que solamente puede empezar a cambiar con un resultado positivo.
El Canalla debe ganarle a Independiente sin importar las formas. Obvio que con buenas formas siempre es más fácil llegar al objetivo. Pero es tan necesario el triunfo que esta vez los tres puntos están por encima de todo.
Somoza debe insertarle crédito a su estadía. El entrenador aún no pudo ganar un partido y su equipo luce deslucido y por sobre todas las cosas aún no ha logrado que los futbolistas reacciones ante el cambio de timón que se dio con su llegada.
Central necesita paz. Lo que sucedió con la visita de los caracterizados hinchas fue una muestra más de lo delicada que está la situación. Un triunfo calmaría las aguas, no de manera definitiva pero traería algo de calma y hoy eso es como un oasis en el desierto.