En el juicio abreviado confesaron integrar la narcobanda criminal liderada por Brando Bay
Dos jóvenes fueron condenadas a tres años de prisión en un juicio abreviado en el que confesaron integrar la narcobanda de «Los Gorditos», una violenta organización criminal liderada por un preso llamado Brando Bay, en Rosario, mientras que a un policía lo sentenciaron a la misma pena por encubrimiento y cohecho, informaron hoy fuentes policiales.
El juez rosarino Mariano Aliau homologó el acuerdo abreviado al que llegaron las defensas de los acusados Giuliana Bay –hermana del líder de la banda- y Mabel Aranda, con el fiscal Pablo Socca.
También fue condenado a tres años de prisión el policía Axel Téliz, quien le cobró una coima de 50 mil pesos a un miembro de la banda para adulterar un acta de procedimiento y permitirle quedar en libertad luego de ser arrestado con una automóvil sin papeles.
El integrante de la fuerza de seguridad, que deberá pagar una multa de 100 mil pesos, acordó con los detenidos presentarle a un fiscal un boleto de compra-venta falso del vehículo secuestrado.
Por su parte, Giuliana Bay y Aranda fueron condenadas por haber formado parte de una asociación ilícita junto a Brandon Bay –el líder de la banda que está preso desde 2017-, «que se dedicó a cometer delitos contra las personas, contra la vida, contra la propiedad y contra la administración pública».
Según la investigación, la banda de «Los Gorditos» mantuvo control territorial para acciones delictivas en el barrio Tiro Suizo de Rosario, donde estaba asentada la familia Bay, y extendió su poderío a la localidad de San Lorenzo.
Los pesquisas determinaron que Brandon Bay trabó un acuerdo con el jefe de la narcobanda «Los Monos», Ariel «Guille» Cantero, para extender su área de operaciones a San Lorenzo.
De acuerdo a la causa, Cantero acordó con el joven que «corriera» de la venta de estupefacientes en esa ciudad a dos históricos comercializadores de drogas, Víctor «Willy» Velázquez y Ramón «Pipi» Leys, disputa que generó dos homicidios.
«Para llevar a cabo ese objetivo los integrantes de la asociación cometieron diversos delitos como la sustracción de vehículos, robos a viviendas, homicidios, lesiones, atentados contra las personas, amenazas, portación y tenencia ilegal de arma de fuego y municiones, y venta ilegal de estupefacientes», sostuvo la acusación.
Para el fiscal Socca, Giuliana Bay era una suerte de «cadete» del grupo criminal, mientras que Aranda operaba un búnker de venta de estupefacientes en el sur de Rosario, y prestaba su domicilio como depósito de drogas.
El fiscal indició que la organización funcionó al menos desde el 20 de agosto de 2019, cuando la policía advirtió a fiscalía sobre la existencia de una banda liderada por Brandon Bay desde la cárcel, y hasta el 15 de septiembre del año pasado cuando fue allanado el búnker ubicado en Lamadrid al 1600 de Rosario.
En tanto, Brandon Bay fue investigado como presunto instigador de los asesinatos y descuartizamientos de dos personas, cuyos restos fueron esparcidos en contendedores de residuos del sur rosarino en diciembre de 2020.
En unas escuchas judiciales de otra investigación, los fiscales del caso de los descuartizamientos encontraron una grabación en las que Brandon Bay le pedía a sus cómplices «cortar en pedacitos» a sus rivales «con la motosierra».
«Poné a los pibes en auto, me entran a buscar la tornado (moto) y se llevan a uno y lo mando a cortar en pedazos», decía el líder de «Los Gorditos» desde prisión.
Y agregaba: «Que se vayan de la casa, le mando un video así con la motosierra cortándolo en pedacitos, que se vayan de la casa, que se vayan todos de mi barrio».