Esta actividad fue el segundo encuentro realizado por el gremio en donde la emoción se apoderó de cada uno de los asistentes
En el campo recreativo del sindicato de Luz y Fuerza se realizó un «Fogón Militante» con ex soldados combatientes de la Guerra de Malvinas donde cada uno de los presentes compartió sus vivencias, anécdotas y recibieron algunos presentes.
Esta actividad fue el segundo encuentro realizado por el sindicato en donde la emoción se apoderó de cada uno de los asistentes.
Ramiro Comba, uno de los presentes, contó a CLG cómo tomó la iniciativa: «Me parece muy buena la idea de reunirse cada semana, justo se daba que se cumplían los 40 años del aniversario de Malvinas y el sindicato como siempre los tuvo presente. Pudimos escuchar los testimonios de los sobrevivientes y realmente se nos puso la ‘piel de gallina’«.
«En esta ocasión el fuego fue metafórico pero estaba su espíritu. Reunirse, poder acercarse, conocerse más. Fue muy buena la convocatoria. Tuvimos la participación de los ex soldados veteranos de la guerra de Malvinas, ellos se presentaron y nos contaron cómo fue su participación y experiencia en la guerra. Pudimos hacerles preguntas y al final el sindicato cerró la reunión con un homenaje entregando un presente al representante Rubén Rada» indicó.
Sobre el cierre, llegó un momento de plena emoción en donde la hija de Ramiro, Lara, de 10 años, fue protagonista: «Antes de entregar el presente a los ex soldados combatientes, Alberto Botto, secretario general del sindicato, le dio la posibilidad a mi hija de poder entregarles un regalo que ella había preparado, y él quiso que sea ante todos los presentes, lo que fue algo muy emotivo porque mi hija no se lo esperaba y hasta dio un discurso en agradecimiento a los veteranos«.
«Destaco y agradezco el gesto de Alberto por no querer opacar el regalo de mi hija, dejando que ella pudiera entregarlo y dándole la posibilidad de expresarse» agradeció.
Y añadió: «Una de las preguntas que pudimos hacerles a los veteranos fue la de un compañero que preguntó si estando en combate tenía algún tipo de comunicación con sus seres queridos. En el caso de los que estaban embarcados no podían recibir correspondencia. Algunos de los que estaban en tierra recibían, pero lo que nos movilizó a mi hija y a mí fue la respuesta de un veterano que con una sonrisa dijo que recibían muchas cartas de los niños de las escuelas de todo el país con aliento y apoyo hacia ellos. Yo creo que tal vez por eso se emocionaron tanto cuando mi hija de 10 años les entregó el regalo«.