La Carta Magna provincial no es reformulada desde hace 60 años. La iniciativa es del diputado Gabriel Real
En la legislatura provincial vuelve a ponerse en agenda la reforma de la Constitución de Santa Fe que no es reformulada desde hace 60 años.
En ese sentido, el diputado provincial Gabriel Real presentó un proyecto para su reforma, “vital para el fortalecimiento del sistema democrático de Santa Fe, pregonando un espíritu reformista, que modernice las instituciones y se adecúe a los nuevos tiempos”, señaló el legislador.
Santa Fe es una de las dos provincias en el país que todavía no adecuó su Constitución en referencia a la Constitución Nacional de 1994. La última reforma fue en 1962 y “esto demuestra un claro retraso”. “Estamos planteando una reforma sin condicionamientos previos. Tenemos que dar la discusión y desde el PDP estamos dispuestos a colaborar en la construcción de los acuerdos, a partir del diálogo político”, dijo el legislador del Partido Demócrata Progresista.
Algunas de las propuestas de reforma tienen que ver con la incorporación de derechos de tercera generación, como el acceso a la información pública y los del consumidor; el régimen de autonomía municipal y la posibilidad de la reelección del gobernador por un mandato; entre otros puntos.
“Reformar la Constitución es un ejercicio democrático sincero y serio, un ejercicio cívico para poder avanzar con una norma que rija de manera adecuada los tiempos actuales de los vínculos de una sociedad que ha cambiado en sus relaciones”, dijo Real.
Asimismo agregó que “estamos transitando nuevas realidades, hoy coexisten una nueva educación, una nueva salud, políticas de Estado desarrolladoras de la cultura y la innovación, del hábitat, de la energía, planteamos políticas de recuperación y conservación del medio ambiente y de la ciencia y tecnología. Son todos temas que debemos revisar y consensuar en una nueva Constitución”.
Para el diputado, “Santa Fe necesita avanzar en su calidad institucional y creemos que el acuerdo sólo puede ser la consecuencia del diálogo durante estos procedimientos democráticos que concede justamente un proceso reformista”.
“El saldo de una reforma de la Constitución, de adecuar la relación entre la sociedad y las normas por las que ésta se rige, siempre será positivo”, finalizó el legislador del PDP.