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Ucrania denuncia nuevos ataques rusos contra civiles y Moscú desmiente las acusaciones


"En Chernigov, las tropas rusas dispararon contra las personas que hacían cola para comprar pan: al menos 10 muertos", indicaron

Ucrania denunció este miércoles tres nuevos ataques rusos contra civiles, dos en la asediada ciudad de Mariupol y otro en Chernigov, en este último caso con el resultado de al menos 10 muertos, pero Moscú negó haber agredido blancos que no fueran militares.

«En Chernigov, las tropas rusas dispararon contra las personas que hacían cola para comprar pan: al menos 10 muertos», tuiteó el Servicio Estatal de Comunicaciones de Ucrania, informó Europa Press.

La agencia de noticias agregó que desde el inicio de la invasión rusa la Fiscalía de Chernigov presentó al menos 200 casos de crímenes de guerra por parte de las tropas rusas.

El vocero del Ministerio de Defensa ruso, Igor Konashenkov, negó ese ataque y aseguró que todas las unidades de las Fuerzas Armadas estaban «fuera de Chernigov».

«Todos los muertos son víctimas del terror de los nacionalistas ucranianos o estas imágenes de video son otro montaje del Servicio de Seguridad de Ucrania (SBU, por sus siglas en ucraniano)», agregó el funcionario, informó la agencia de noticias AFP.

La Embajada de Estados Unidos en Ucrania, por su parte, condenó lo sucedido y lo calificó de «horroroso».

«Estamos considerando todas las opciones disponibles para garantizar que estos crímenes atroces en Ucrania son llevados ante la Justicia», aseveró el organismo, según la agencia de noticias francesa.

Las otras dos denuncias de Ucrania sobre ataques de Rusia contra civiles son de la ciudad de Mariupol, una estratégica ciudad portuaria situada entre Crimea y Donbass.

El primero de los ataques se registró hacia las 15.30 horas (10.30 de Argentina) con un lanzacohetes Grad sobre un convoy de civiles que se dirigía de Mariupol a Zapiroyia, precisó el Ejército, según AFP.

En el mensaje, las autoridades también publicaron una foto de un niño herido y ensangrentado. «Según una primera evaluación, hay muertos», agregó el Ejército. Hasta esta tarde, Rusia no se había pronunciado sobre este hecho.

En paralelo, la alcaldía de Mariupol informó que un teatro donde se refugiaban «centenas de civiles» había sido bombardeado.

«El avión soltó una bomba sobre el edificio que albergaba a centenas de civiles. Resulta imposible establecer un balance inmediato, porque los bombardeos en esa zona residencial prosiguen», anunció la Alcaldía en Telegram, junto a una foto del teatro con su fachada destruida.

El Ministerio de Defensa ruso salió al cruce de esta acusación y declaró que no se correspondía con la realidad.

«El 16 de marzo, la aviación rusa no llevó a cabo ninguna tarea relacionada con ataques contra instalaciones terrestres en la ciudad de Mariúpol», comunicó, recogió Sputnik.

En cambio, Konashenkov informó que las fuerzas armadas rusas habían destruido varias instalaciones de la infraestructura militar, incluidos nodos de comunicación, en la ciudad de Vinnytsia, en el centro de Ucrania, a casi 400 km de Chernigov.

«En la mañana del 16 de marzo se produjo un ataque contra elementos de la infraestructura militar ucranianos con armas de alta precisión. Como resultado, se desactivaron los nodos de comunicación, reconocimiento, retransmisión y conmutación en el asentamiento de Vínnytsia», precisó, informó la agencia de noticias Sputnik.

Del 24 de febrero, día en que Rusia inició su invasión a Ucrania, al 15 de marzo, las hostilidades en territorio ucraniano causaron la muerte de al menos 726 civiles y dejaron heridos a otros 1.174, según la Oficina del Alto Comisionado para los Derechos Humanos.

De acuerdo con los datos de este organismo, «la mayoría de las víctimas civiles registradas fue causada por el uso de armas explosivas con amplia zona de impacto, incluido por el bombardeo con artillería pesada y lanzacohetes múltiple, así como ataques aéreos y de misiles».

Numerosos países condenaron la actuación de Rusia en Ucrania y activaron varias baterías de sanciones individuales y sectoriales que buscan infligirle a la economía rusa el mayor daño posible.