Desarrollaron una superficie con una osteointegración mejorada que, simultáneamente, inhiba la adhesión y proliferación de bacterias.
Científicos de la Universidad Nacional de La Plata (UNLP) lograron perfeccionar las prótesis de titanio para reducir las posibilidades de infecciones y rechazos que incide sensiblemente en la calidad de vida del paciente, informó esa alta casa de estudios.
Las causas preponderantes en los fracasos de los implantes son las infecciones bacterianas o una pobre osteointegración, es decir, una deficiente conexión funcional y estructural directa entre el hueso vivo y la superficie de un implante endóseo cargado funcionalmente.
Por esta razón, los investigadores del laboratorio del Instituto de Investigaciones Físicoquímicas Teóricas y Aplicadas (Inifta) de la Facultad de Ciencias Exactas de la UNLP y el Conicet desarrollaron una superficie con una osteointegración mejorada que, simultáneamente, inhiba la adhesión y proliferación de bacterias.
Fiorela Ghilini, integrante del equipo explicó que «la incidencia de infecciones asociadas a prótesis implantables se ha incrementado debido a la creciente resistencia a los antimicrobianos, provocando inconvenientes que van desde dolor crónico hasta la necesidad de remover el implante, rehospitalizaciones, e incluso la muerte del paciente».
«Además de prevenir las infecciones, una buena osteorregeneración e integración con los tejidos son características esenciales que debe tener todo material implantable, y por lo tanto, deben ser considerados a la hora del diseño de los mismos», apuntó.
Según remarcaron, este tipo de complicaciones termina por incidir sensiblemente en la calidad de vida del paciente y en los costos de la salud pública, por lo que el equipo de investigación de la UNLP trabaja con el aporte de todo su conocimiento para alcanzar un logro que podría beneficiar en forma directa a miles de pacientes.
«Diseñamos estrategias para la funcionalización de titanio que conduzcan a una superficie con una osteointegración mejorada y que simultáneamente inhiba la adhesión y proliferación de bacterias», precisó Ghilini.
Con este objetivo, se inmovilizaron sobre el titanio dos componentes: nanopartículas de plata (AgNPs) que presentan actividad antimicrobiana al liberar cationes Ag+ con la ventaja de que las bacterias no generan resistencia, y lactoferrina bovina (Lf), una proteína de la familia de las transferrinas secretada por los mamíferos, que además de poseer actividad antimicrobiana, es promotora de la osteogénesis, entre otras propiedades.
La ventaja de este procedimiento es que promueve la regeneración del hueso alrededor del implante y una mejor y más rápido fijación al hueso.
«Se prepararon exitosamente superficies multi-componente a partir de una doble funcionalización, es decir, primero se adsorben las AgNPs y luego la proteína. Aquí es importante resaltar que son procedimientos sencillos y que se realizan de un día para el otro sin necesidad de protocolos exhaustivos y equipos sofisticados», explicó la investigadora.
Ghilini explicó que «estos sustratos fueron testeados con bacterias típicas encontradas en las infecciones y presentaron una actividad antimicrobiana importante, eliminando el 97,7% de bacterias viables en la superficie, lo cual permite prevenir que si una bacteria ingresa al sitio del implante crezca y se reproduzca».
«De esta forma se pudieron desarrollar sustratos de titanio modificados capaces de prevenir la formación de biofilms sin ocasionar efectos citotóxicos, con potencialidad para ser utilizadas como nuevos materiales en dispositivos biomédicos. En particular, la funcionalización con AgNPs y Lf permite obtener un material que pueden ser indicadas para aquellos casos en los que se requiere de la fijación de la prótesis al hueso», concluyó la científica de la UNLP.