Por Enrique Genovar
Contra Boca Unidos, ante Platense, frente a Huracán y cuando recibió a Godoy Cruz fueron algunos partidos del ciclo del «Kily» González donde su equipo no estuvo a la altura. Y cuando esa lista parecía haber quedado cerrada apareció otro: Barracas Central.
Adjetivar lo mal que hizo las cosas el Canalla, especialmente el segundo tiempo, no es difícil; ya que tranquilamente se podría fijar el “mouse” sobre la palabra papelón y allí presionar el botón derecho para encontrar los sinónimos.
Central dio pena. No estuvo a la altura. Por momentos el humilde Barracas lo bailó. Hubo jugadores en un bajísimo nivel. Un equipo sin ideas. Un técnico que casi siempre hace los mismos cambios y que no tiene respuesta de sus jugadores.
Si después del partido que jugó el Canalla no viniese el Clásico era un resultado de fin de ciclo. Aunque nadie puede suponer si el DT se habría marchado solo o si la comisión directiva le cortaba su estadía. Pero llega el juego más importante del semestre y el «Kily» volverá a estar sentado en el banco el domingo.
Ante Barracas el equipo volvió a tener dos caras: una en el primer tiempo donde con pocas ideas buscó y se fue arriba en el marcador; y otra totalmente diferente en el complemento donde volvió a cometer errores infantiles, casi no atacó y por momentos fue bailado por su rival.
Párrafo aparte lo que sucedió en las tribunas, el hincha se cansó y con razón. Hubo insultos para los jugadores y para la dirigencia y solicitaron el fin del ciclo del entrenador.
El peor escenario para llegar al Clásico es este. Sin dudas el Central del «Kily» puede ganar porque esto es fútbol. Pero para hacerlo deberá mejorar y mucho porque sino el domingo no solamente perderá el juego más importante sino que el entrenador deberá dejar su cargo.