Tras un miércoles de intensas negociaciones, este jueves se tratará el tema en la sesión de la Cámara de Diputados
Luego de muchos idas y vueltas, el Frente de Todos cedió a las pretensiones de Juntos por el Cambio para modificar el articulado de la ley, sellaron un acuerdo, avalaron en comisiones un dictamen de consenso sobre el entendimiento del Gobierno con el Fondo Monetario Internacional (FMI) y así sesionar este jueves por la tarde en la Cámara de Diputados.
El presidente de la comisión de Presupuesto Hacienda, Carlos Heller, avisó pasadas las 22:00 al retomarse el cuarto intermedio del plenario que faltaban detalles que pulir para poner a disposición el dictamen para juntar las firmas.
Hubo un cambio de último momento en la redacción que alargó el suspenso, pero luego de ocho horas de deliberaciones los bloques mayoritarios aceptaron firmar un dictamen unificado y se convocó a la sesión especial a las 14 de este jueves.
En línea con lo que exigía la oposición, el proyecto se limitará a la autorización al Poder Ejecutivo para que realice «operaciones de crédito público» con el FMI, en el marco de un acuerdo de facilidades extendidas.
Y fundamentalmente el oficialismo se allanó a la condición que había planteado Juntos por el Cambio de quitar los anexos que referían al programa de políticas económicas para cumplir con las metas comprometidas con el organismo internacional. También el Frente de Todos aceptó sacar los fundamentos del proyecto, en los cuales se cargaba las tintas sobre la responsabilidad del Gobierno de Cambiemos en la operación de endeudamiento del 2018 que trajo nuevamente al FMI a la Argentina.
El artículo uno del proyecto quedó redactado de la siguiente forma: «Apruébanse, de acuerdo a lo estipulado en el artículo 75 inciso 7 de la Constitución Nacional y en los términos del artículo 2 de la Ley 27.612, las operaciones de crédito público contenidas en el Programa de Facilidades Extendidas a celebrarse entre el Poder Ejecutivo Nacional y el Fondo Monetario Internacional (FMI) para la cancelación del «Acuerdo Stand By» oportunamente celebrado en 2018 y para apoyo presupuestario».
El borrador del texto que habían acordado horas antes las autoridades de las dos coaliciones mayoritarias hablaba en su artículo primero de cancelar el acuerdo stand by y «fortalecer las reservas», pero luego de consultas técnicas con organismos de Gobierno se definió quitar esa parte y agregar «apoyo presupuestario».
En los últimos días, el acuerdo estuvo trabado en Diputados y el proyecto corría serio riesgo de naufragar dado que Juntos por el Cambio se resistía a acompañar en las términos en que la norma estaba redactada. Por si fuera poco, el presidente de la Cámara de Diputados, Sergio Massa, no contaba siquiera con la unanimidad del voto oficialista, a raíz del rechazo de La Cámpora de Máximo Kirchner y del Frente Patria Grande de Juan Grabois.
Estos sectores internos de la coalición oficialista se manifestaron en discrepancia con lo que interpretan como una entrega de la conducción económica a un poder transnacional ajeno, que exige un programa condicionalidades inaceptables, configurando un «cogobierno» que viola flagrantemente el contrato electoral al que el Frente de Todos se comprometió en 2019.
Así las cosas, y pese a que la letra del proyecto no quedó plasmada como pretendía el ministro de Economía, Martín Guzmán, quien se había empecinado en la inclusión del programa económico en el texto de la ley, el Gobierno se asegura la media sanción en Diputados del acuerdo que tiene en vilo a los mercados, luego de días de zozobra en los cuales el tiempo seguía corriendo y el fantasma del default emergía cada vez como una posibilidad concreta y latente.
Además, el acuerdo evita un escenario de batalla campal con final abierto como se presumía que iba a plantearse en el recinto, con un oficialismo contando los votos hasta el final sin la certeza de un resultado favorable, y la posibilidad de que Juntos por el Cambio pudiera incluso imponer su dictamen de minoría.
En la mesa de negociación, se acordó excluir la palabra «refinanciamiento» del artículo uno, ya que la alianza opositora insistía en que no se trataba de una reestructuración de la deuda contraída por Mauricio Macri en 2018 sino en la toma de nueva deuda por 45.000 millones de dólares.
Al respecto, en la coalición opositora recordaban que el Gobierno ya había pagado 5.000 millones al organismo internacional, por lo que un nuevo programa «stand by» por un monto equivalente equivalía a un excedente de 5.000 millones destinados al fortalecimiento de las reservas del Tesoro.
La decisión se alcanzó luego de una jornada frenética de negociaciones tras bambalinas que se llevaron adelante mientras los diputados sesionaban en el plenario de comisiones. Hubo una última reunión clave a última hora de la tarde en el despacho del jefe de la bancada radical, Mario Negri, hasta donde fueron Massa y el jefe del bloque oficialista, Germán Martinez. Por Juntos por el Cambio también estuvieron, entre otros, Juan Manuel López (CC), Cristian Ritondo (PRO), Karina Banfi (UCR), Gerardo Milman (PRO), Alejandro Cacace (Evolución Radical), Rodrígo de Loredo (Evolución Radical) y Margarita Stolbizer (Encuentro Federal).
Los referentes opositores recibieron la propuesta del oficialismo con satisfacción y luego validaron el acuerdo en la Mesa Nacional del frente.
Por su parte, Massa mantuvo contactos permanentes con el presidente Alberto Fernández, a quien fue notificando sobre la evolución de las negociaciones.
Según supo NA de altas fuentes del interbloque Federal, ese espacio también se plegará al acuerdo, y lo mismo hará el interbloque Provincias Unidas.
El Frente de Izquierda y los cuatro diputados libertarios rechazarán el proyecto, y se desconoce cómo terminarán votando los diputados kirchneristas que responden a Máximo Kirchner y a Juan Grabois.