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Macron anunció su candidatura a la reelección como presidente de Francia


"Soy candidato para crear con ustedes una respuesta francesa y europea única frente a los desafíos del siglo", afirmó

El presidente francés, Emmanuel Macron, de activa y expuesta participación en el conflicto entre Rusia y Ucrania, anunció este jueves que buscará un segundo mandato en la elección de abril, en una «Carta a los franceses» publicada por varios medios de comunicación.

«Soy candidato para crear con ustedes una respuesta francesa y europea única frente a los desafíos del siglo», escribió Macron en una «Carta a los franceses», publicada por los medios a 38 días de la primera vuelta, consignó la agencia AFP.

La tradición dicta que los presidentes en ejercicio esperan hasta el último momento para anunciar si optan a la reelección, pero esta vez fue la guerra en Ucrania la que obligó al actual ocupante del Elíseo a aplazar sus planes hasta la víspera del plazo límite.

A causa de este conflicto, Macron reconoce en su carta que no podrá hacer campaña «como [le] hubiera gustado», aunque se compromete a «explicar» su proyecto «con claridad».

El miércoles Macrón señaló que este conflicto impacta «la vida democrática y la campaña electoral». Mientras que este jueves el mandatario galo volvió a mantener una conversación telefónica con su homólogo ruso, Vladímir Putin, la tercera desde el inicio de la invasión rusa a Ucrania-.

La guerra también ha tenido un impacto en las encuestas que parece favorecer al presidente saliente, como suele suceder en periodos de crisis.

Macron había vinculado el esperado anuncio a una mejora de la situación sanitaria, objetivo que logró cumplir, y a su mediación para desescalar la crisis entre Moscú y Kiev.

Pese al fracaso diplomático, el mandatario sigue liderando los sondeos, seguido de los ultraderechistas Marine Le Pen y Éric Zemmour, la candidata de la derecha tradicional Valérie Pécresse y el izquierdista Jean-Luc Mélenchon, refirió AFP.

Las últimas encuestas dan al presidente entre el 25% y el 28% de intención de voto en la primera vuelta prevista el 10 de abril, por delante de Le Pen (16% a 17%), Zemmour (14%), Pécresse (12% a 13%) y Mélenchon (10,5% a 12,5%).

En 2017, Macron se convirtió, con 39 años, en el presidente electo más joven de Francia, y ahora podría ser el primero en renovar mandato desde el conservador Jacques Chirac (1995-2007) en el balotaje del 24 de abril, según los sondeos.

La campaña electoral estuvo primero dedicada a la política migratoria y, a continuación, por los temores de pérdida de poder adquisitivo, pero actualmente es monopolizada por la guerra en Ucrania.

Esto hace temer a sus rivales que el presidente evite debatir sobre el fondo de la campaña electoral. Macron «le debe un balance (sobre su mandato) a los franceses», subrayó la candidata ultraderechista Le Pen, quien hizo campaña con folletos de su imagen junto a Vladimir Putin, tras lo que medios franceses aseguraron que desde la invasión rusa a Ucrania, su partido, Agrupación Nacional, busca eliminar esas imágenes.

Por su parte, el presidente del Senado, el derechista Gérard Larcher, ya advirtió el martes pasado del riesgo de una «crisis de legitimidad» de un eventual nuevo mandato de Macron, sin un debate real sobre su balance y proyecto.

En un intento de calmar los ánimos, antes de su esperado anuncio, el presidente reconoció el miércoles que la guerra en Ucrania afectará a la «vida democrática y a la campaña electoral» en Francia, pero prometió un «importante debate democrático».

Macron era casi un novato en política cuando fue escogido en 2017, meses después de ejercer como ministro de Economía de su predecesor socialista François Hollande, y su ímpetu reformista chocó con una serie de protestas sociales.

La crisis de los «chalecos amarillos» a mitad de mandato fue la más importante. Esta protesta de las clases populares lo obligó a dar marcha atrás a una suba del precio del combustible y, desde entonces, vela por limitar el alza de la energía.

Durante una entrevista en diciembre sobre su mandato, el líder liberal, que tuvo que dejar atrás algunos de sus postulados para sacar al país de la recesión económica provocada por el coronavirus en 2020, reconoció que un único mandato no era suficiente.

Su apuesta para los próximos cinco años, si es electo en el balotaje, pasa por potenciar la «soberanía» de Francia con inversiones masivas en el sector industrial y en el energético, especialmente en el nuclear.

Sin embargo, el Tribunal de Cuentas ya advirtió al gobierno que deberá realizar reformas estructurales y recortes para sanear las cuentas públicas, máxime cuando el ejecutivo prevé una deuda del 113% del PIB y un déficit del 5% a fines de año.

Macron ya avanzó que entre sus planes se encuentra retomar la controvertida reforma de las pensiones, que la pandemia del coronavirus le obligó a paralizar y que podría provocar de nuevo manifestaciones masivas.

Macron nació en 1977 en Amiens, al norte, en el seno de una familia de clase media.

En 1995 se graduó con honores en el prestigioso liceo parisino Henry IV, tras lo cual obtuvo una maestría en Filosofía. Durante sus años universitarios trabajó como asistente editorial del reconocido filósofo francés Paul Ricoeur.

En su época de estudiante ya era «brillante y carismático», «buen orador», «con un perfil a la Barack Obama», dijo en 2016 Julien Aubert, su compañero de la Escuela Nacional de Administración (ENA), el otrora centro de formación de élites.

Para entonces, este amante de la filosofía y las letras ya había encontrado al amor de su vida. Con 16 años, se enamoró de su profesora de teatro, Brigitte Trogneux, 24 años mayor, una atípica historia de amor que cautivó a la prensa.

Trogneux estaba casada y tenía tres hijos, pero se divorció. La pareja que rompe moldes se casó en 2007. Y aún perdura.