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Kiev decretó toque de queda desde esta tarde hasta el lunes a las 8


Los combates en territorio de Ucrania entre fuerzas locales y de Rusia se multiplicaban este sábado, mientras aumentaba el asedio ruso a Kiev

La alcaldía de Kiev anunció esta tarde un toque de queda hasta el lunes a las 8 (las 3 en la Argentina), en momentos en que Ucrania intenta resistir a una invasión militar rusa con combates en el centro de la capital.

«El toque de queda en Kiev comenzará el sábado a las 17 hasta el lunes a las 8», declaró la alcaldía en un comunicado, en el que agrega que todas las personas que se encuentren en la calle durante ese periodo «serán consideradas como miembros de grupos saboteadores enemigos».

Los combates en territorio de Ucrania entre fuerzas locales y de Rusia se multiplicaban este sábado, mientras aumentaba el asedio ruso a Kiev y Moscú aseguró que había tomado el “control total” de Melitopol, una ciudad cercana al mar de Azov, en el sudeste ucraniano, informaron fuentes oficiales y de prensa.

Tropas ucranianas defendían las calles de Kiev del avance de los militares rusos, que procuraban tomar el control de la ciudad en la tercera jornada de la invasión lanzada por el presidente de Rusia, Vladimir Putin.

“En Kiev los combates violentos siguen y el Ejército ucraniano contiene a los saboteadores rusos”, informó el Servicio de Comunicaciones Especiales de Ucrania en su cuenta de Telegram.

El Ejército ucraniano reportó en Facebook que fue “rechazado” un ataque de tropas rusas a sus posiciones en la avenida de la Victoria, una de las principales de Kiev, sin precisar la ubicación exacta.

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Junto al mensaje, el Ejército publicó una fotografía en la que se veía una gran columna de humo elevándose en medio de una zona urbana, en plena noche, según la agencia de noticias AFP.

Paralelamente, el Servicio de Emergencias informó que un misil ruso impactó entre los pisos 18 y 21 de un gran edificio residencial de Kiev que estaba siendo evacuado, sin que se reportaran posibles víctimas.

“Kiev, nuestra espléndida y apacible ciudad, sobrevivió a una nueva noche de ataques de las fuerzas terrestres rusas y a los misiles; uno de ellos impactó en un inmueble residencial en Kiev”, confirmó el canciller ucraniano, Dmitri Kuleba.

Asimismo, el Ejército aseguró en otro mensaje, también en Facebook, que destruyó cinco vehículos rusos, entre ellos un tanque, cerca de la estratégica estación de subte Beresteiska, en el noroeste de la capital.

El diario local The Kiev Independent informó que antes de las 5 (la última medianoche en la Argentina) ya había habido cerca de 50 explosiones y disparos con ametralladoras cerca del zoológico de Kiev y en la zona de Beresteika, a nueve kilómetros de la céntrica plaza Maidan.

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Reportó asimismo explosiones en la zona de Troieschyna, también en el noroeste de la ciudad, donde hay una central térmica.

Además, unos 60 “saboteadores rusos” fueron abatidos en Kiev, afirmó Viktor Andrusiv, asesor del Ministerio del Interior, al periódico, según la agencia Europa Press.

En otro comunicado, el Ejército dijo que estaban produciéndose “duros combates” en Vasilkov, a unos 30 kilómetros al sudoeste de Kiev, donde los rusos “intentan descargar paracaidistas”.

Paralelamente, la Fuerza Aérea ucraniana afirmó, también en Facebook, que “derribó un avión ruso, un Il-76, con paracaidistas a bordo”, en Vasilkov.

“No podemos perder la capital”, exhortó anoche el presidente de Ucrania, Volodimir Zelenski, en un dramático mensaje en el que vaticinó que Rusia se aprestaba a usar “todas sus fuerzas” para hacerse del control de Kiev.

Esta mañana, en otro video, el mandatario descartó que su país fuera a “deponer las armas” y aseguró que estaba por recibir equipamiento bélico enviado por los países aliados.

En tanto, Rusia reveló que atacó instalaciones militares de Ucrania con misiles de crucero navales y aéreos, afirmó que ya había destruido o inutilizado 821 objetivos castrenses ucranianos y aseguró que tomó el “control total” de Melitopol.

“Durante la noche, las fuerzas armadas de la Federación Rusa lanzaron un bombardeo con armas de precisión de largo alcance, usando misiles de crucero navales y aéreos contra infraestructuras militares de Ucrania”, afirmó el vocero del Ministerio de Defensa, Igor Konashenkov, en declaraciones televisadas.

“En total, las fuerzas armadas rusas inutilizaron 821 instalaciones de la infraestructura militar de Ucrania”, dijo el funcionario, y detalló, entre varios de esos objetivos, 87 tanques y otros vehículos blindados, 48 estaciones de radar, 24 sistemas de misiles antiaéreos, 19 centros de mando y 14 bases aéreas.

 

Konashenkov aseguró que “unidades de las fuerzas armadas rusas establecieron el control total sobre Melitopol”, donde el Ejército ruso ya había anunciado ayer que había ingresado “sin encontrar resistencia”.

Melitopol está a unos 730 kilómetros al sudeste de Kiev y a unos 50 kilómetros del mar de Azov, y es la segunda mayor ciudad de la región de Zaporiyia, limítrofe con Donetsk, una de las dos provincias ucranianas -la otra es Lugansk- separatistas prorrusas.

A su vez, Donetsk y Lugansk reportaron bombardeos de tropas ucranianas “con municiones prohibidas por los acuerdos de Minsk”, que causaron siete civiles muertos y 15 heridos en las últimas 24 horas, según la agencia noticiosa rusa Sputnik.

Rusia atacó Ucrania en la madrugada del jueves, mientras Putin anunciaba el comienzo de una “operación militar especial”.

El presidente argumentó que Donetsk y Lugansk, dos provincias ucranianas separatistas rusoparlantes, le habían pedido ayuda ante una supuesta “agresión” de Kiev.

A comienzos de la semana, Rusia reconoció la soberanía de esas dos regiones, en un gesto que fue rechazado por la mayoría de la comunidad internacional.

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El presidente ruso, Vladimir Putin, está dispuesto a enviar una delegación a Minsk, capital de su aliado Bielorrusia, para llevar a cabo negociaciones con Ucrania, donde lanzó una invasión el jueves, afirmó su portavoz, poco después de que el ministro de Exteriores, Serguei Lavrov, manifestara la disposición de Moscú a negociar si Kiev «depone las armas».

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Esa negociación en principio se planteó para ser realizada este viernes, pero Ucrania desistió y propuso que esa mesa se establezca este sábado, según informó la vocera del Ministerio de Relaciones Exteriores ruso, María Zajárova.

«Los ucranianos desistieron de participar en las conversaciones, propusieron hablar de ese tema mañana sábado», dijo Zajárova a la prensa, reportó la agencia Sputnik.

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«En respuesta a la propuesta de (el presidente ucraniano Volodimir) Zelenski, Vladimir Putin está listo para enviar a Minsk una delegación rusa a nivel de representantes de los Ministerios de Defensa y de Exteriores y la Administración presidencial para celebrar negociaciones con la delegación ucraniana», dijo el portavoz Dmitri Peskov ante la prensa, según Sputnik, antes de que Zajárova hablara de una negociación a iniciarse mañana.

Peskov aludió a una reciente declaración de Zelenski en la que el mandatario ucraniano se mostró dispuesto a discutir un estatus de no alineado, con lo que renunciaría a su aspiración a ingresar en la OTAN, según señaló el servicio público de noticias alemán Deutsche Welle.

El planteo central del conflicto para Rusia es el deseo de Kiev de adherirse a la Alianza Atlántica, que considera una amenaza directa a su seguridad, como otros planes de la expansión de la OTAN en territorio postsoviético.

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Zelenski llamó a Putin a sentarse a la mesa de negociaciones para detener la operación militar rusa iniciada en Ucrania.

«Quiero dirigirme una vez más al presidente de Rusia. En todo el territorio de Ucrania hay combates. Sentémonos a la mesa de negociaciones para detener la muerte de seres humanos», afirmó en un mensaje televisado.

El portavoz del Kremlin informó asimismo de una conversación entre Putin y el presidente bielorruso, Alexandr Lukashenko, quien se mostró dispuesto a «crear todas las condiciones» en Minsk para el inicio de las negociaciones entre Kiev y Moscú.

Minsk ya fue la ciudad en la que se celebraron previamente conversaciones y acuerdos de paz entre los dos países.

Bielorrusia también sirvió como punto de partida para tropas rusas que entraron en Ucrania desde ayer con destino Kiev.

Horas antes de que comenzara la ofensiva en Ucrania, Zelenski había dicho que había intentado en vano hablar con Putin.

Por su parte, el presidente chino, Xi Jinping, habló ayer con su par ruso Putin y dijo que el gigante asiático «apoya a Rusia en la resolución (del conflicto) a través de negociaciones con Ucrania», recogió la televisión estatal CCTV durante un resumen de la llamada telefónica de ambos líderes.

Previo a las declaraciones del portavoz del Kremlin, el jefe de la diplomacia rusa había dicho que su país estaba dispuesto a negociar si Ucrania «deponía las armas».

«Estamos dispuestos a negociar en cualquier momento, en cuanto las fuerzas armadas ucranianas escuchen nuestro llamado y depongan las armas», dijo Lavrov en una rueda de prensa.

Lavrov aseguró que el objetivo de la ofensiva rusa en Ucrania era «liberar» a los ucranianos «de la opresión», dando a entender que Moscú pretendía derrocar al Gobierno actual, refirió la agencia de noticias AFP.

«El presidente Putin tomó la decisión de esta operación militar especial para desmilitarizar y desnazificar Ucrania para que, liberados de esta opresión, los ucranianos puedan elegir libremente su futuro», dijo.

El veterano diplomático ruso también se hizo eco de las palabras del jefe del Kremlin, asegurando que «nadie se está preparando para ocupar Ucrania. El objetivo de la operación es claro: desmilitarización y desnazificación».

Rusia acusa a Ucrania de cometer un «genocidio» de la población rusoparlante en el este de Ucrania, que hace ocho años lucha por ser independiente del Gobierno de Kiev, lapso en el que unos 14.000 hombres y mujeres murieron en combates y escaramuzas no declarados como guerra tradicional.

«Queremos que el pueblo de Ucrania, todos los pueblos ucranianos, determinen libremente su futuro», dijo Lavrov.