El amor es la fuerza que mueve el mundo, nos llena de energía y nos hace ver el mejor lado de la vida. Pero, hay amores que son imposibles, pues no son correspondidos, por ser prohibidos o platónicos.
Es por ello que surgió el Día de los Amores Imposibles, que se celebra el 16 de febrero. A lo largo de nuestras vidas, especialmente en nuestra juventud hemos experimentado o vivido un amor imposible, lo cual es una experiencia amarga, frustrante y dolorosa. Cuando no podemos tener a esa persona que tanto deseamos afecta nuestra estabilidad emocional. Pero, no todo está perdido en el amor ¡Siempre hay una nueva oportunidad para comenzar otra vez!
¿Qué hay detrás de los amores imposibles? Admiración, necesidad, dolor, amor, cariño, compasión por uno mismo, dependencia emocional… Hay una cantidad infinita de posibilidades para responder a nuestra pregunta.
Desde tiempos inmemoriales, las historias de amores imposibles han llenado nuestros sentidos, nuestras estanterías y nuestras paredes. Los grandes éxitos literarios y artísticos sucumben al dolor de los amores imposibles, esos que fracasan o que, simplemente, nunca sucederán fuera de nuestras mentes.
Romeo y Julieta, La Celestina, La princesa prometida, Don Juan Tenorio, Las penas del joven Werther son algunos de los grandes éxitos literarios que todos recordamos y basan sus historias en el amor y el desamor de jóvenes predestinados a no estar juntos.
Los cuentos de hadas, las películas Disney con su amor eterno y las telenovelas rosas con cientos de saltos mortales pero con final feliz han hecho que nos creamos que el amor es omnipotente y que, inevitablemente, todo acabará bien.
Sin embargo, nada más lejos de la realidad: no todos los amores son posibles y no por todos los amores hay que luchar. Algunos hay que dejarlos pasar y, otros, simplemente, no hacen justicia al bello sentimiento de amar. Por esta razón, a veces es mejor dejar ir lo que es inalcanzable.
Como podemos intuir, este ingrediente literario y artístico es garantía de éxito, pues juega con una gran ventaja: todos nos sentimos identificados con los amores imposibles.