En esta edición, que se desarrolla en el Aeródromo Santa María de Punilla y contó con 45.000 espectadores, se destacaron Skay y Los Fakires, Babasónicos, Ciro y Los Persas, Wos, Guasones y Los Auténticos Decadentes
Con Skay y Los Fakires, Babasónicos, Ciro y Los Persas, Wos, Guasones y Los Auténticos Decadentes como números destacados, la primera jornada del Cosquín Rock, que se desarrolla en el Aeródromo Santa María de Punilla, se destacó por la gran variedad estilística que presentó en sus cinco escenarios.
Desde el rock de raigambre ricotera de Skay Beilinson a la festiva propuesta de Los Decadentes; o desde el rap combativo de Wos a los coqueteos «stones» de Guasones, la multitud que colmó el predio tuvo una nutrida oferta que no decepcionó a nadie.
En medio del crepúsculo, Skay pareció con su arrollador show posicionarse como el punto más alto del día; sin embargo, la posterior invitación al baile colectivo de Babasónicos, la vibrante presentación de la tarde de Wos o la contundente performance de Ciro, por citar algunos momentos, más bien dieron cuenta de un menú que atendió a todos los gustos.
Algo de eso ya se había vislumbrado durante la tarde cuando el Escenario Norte, uno de los principales de todos los montados, tuvo una seguidilla que contempló el rock contundente de Eruca Sativa, la llegada del indie al primer plano de este festival de la mano de Él Mató a un Policía Motorizado y el rap de Wos.
Fue precisamente esta joven figura, quien en la última edición presencial en 2020 había sorprendido al público con su fulgurante aparición, uno de los artistas que sobresalió una vez más, en gran parte gracias a una cruda banda que desde un sonido rockero se pasea con soltura por distintas vertientes.
Mientras tanto, en la otra punta del predio, en el Escenario Sur, Turf desplegaba su festivo pop bailable con clásicos como «Loco un poco», «Pasos al costado» y «No se llama amor», entre otros.
Sin embargo, el primer gran estruendo del público llegó de la mano del exRedonditos de Ricota.
«Bienvenidos a la hora del crepúsculo. La hora dorada», dijo el legendario guitarrista y compositor, a poco de iniciar su show con «El Golem de la Paternal», y tras repasar varias composiciones de su carrera solista, estremeció al público cuando versionó de manera brillante «Ji ji ji», «Criminal mambo» y «El pibe de los astilleros» mixturado con «Nuestro amo juega al esclavo». Al llegar al final con «Oda a la sin nombre», el gran cetro parecía tener dueño.
Pero poco después, Babasónicos también se destacó, con una propuesta ubicada en las antípodas, aunque también efectiva a la hora de cautivar al público, a partir de hits como «Carismático», «Cretino», «La lanza» y «Yegua», entre otros, y su habitual despliegue visual.
Viejo habitué de este festival, Ciro se movió como pez en el agua con su reconocido carisma y un set que alcanzó su mayor grado de efectividad cuando aparecieron clásicos de Los Piojos como «El farolito», «Como Alí», «Tan solo», «Pistolas» y «Pacífico», entre otros.
En tanto, en otros escenarios, Las Pelotas sorprendía con un show rockero, cuando todo hacía prever que su actuación iba a ser acústica, de acuerdo a su último disco «Versiones desde casa» y a que la carpa en la que se presentaba solía albergar ese tipo de formatos en otras ediciones,
Por su parte, Juanse regalaba un excelente show junto a su banda Mustang Cowboys -que enrola a su antiguo compañero Pablo Memi en bajo-, con la que revitalizó los clásicos de Los Ratones Paranoicos, al igual que La Mississippi hacía lo propio en «La Casita del Blues», por donde también pasaron Celeste Carballo, Cristina Dall & Excipientes, Jimmy Rip & The Trip y Chris Cain.
El Escenario Sur también tuvo a Julieta Venegas, Zoe Gottuso, La Delio Valdez y El Kuelgue.
Pero el momento cúlmine en ese espacio lo brindó Trueno quien, mientras en el otro extremo Ciro y luego Guasones apelaban a un rock más tradicional, puso bien en alto las banderas de los nuevos ritmos urbanos, sobre todo al invitar a pares como NIcki Nicole en «Mamichula», Wos en «Sangría» y Tiago PZK en «Salimos».
Por su parte, el metal dijo presente en un escenario exclusivo para el género a través de Plan 4, GTX, Pésame y, fundamentalmente, Horcas, entre otros.
Hacia la medianoche, fue el turno de Guasones que no decepcionó a sus seguidores con un set que incluyó «Reyes de la noche», «Infierno blanco», «Espejo roto», «Farmacia» y «Gracias», por citar algunos.
Cuando parecía que ya no quedaban energías para más, Los Auténticos Decadentes desató su fiesta pasadas las dos de la mañana con su catarata de hits, como «Somos», «Los piratas», «Como me voy a olvidar», «Vení Raquel», «El gran señor» , «Loco tu forma de ser» y «Besándote», «El murguero» y «La guitarra», entre otros.
Para la jornada de cierre de este domingo se espera a Fito Páez, Divididos, la Kermesse Redonda, que pasó al escenario principal al suspender Rata Blanca por un caso de Covid en la banda, y el gran cierre con Carlos «La Mona» Giménez, que promete un show con «amigos rockeros» como invitados especiales.
Esta edición del Cosquín Rock marca su regreso a la presencialidad luego del obligado parate de 2021 por la pandemia de coronavirus, luego de 20 años ininterrumpidos de historia.
Seguramente, por este motivo, la efusividad del público pareció mayor que nunca, al igual que el interés por no faltar a la cita que denotó la presencia de un predio colmado, que parecieran desmentir los 45 mil espectadores, informados por la organización.