Fundado por inmigrantes helvéticos en 1889 y con alrededor de 9.500 socias y socios, el emblemático club conjuga un ámbito familiar con fuerte espíritu social, deportivo y solidario
Fundado en septiembre de 1889 por un grupo de inmigrantes de Cantón del Tesino (región del Sur de Suiza), Sociedad Tiro Suizo Rosario es uno de los clubes pioneros de la ciudad, que desde hace más de un siglo recibe a su fiel masa societaria por la cortada Raffo 5100 y comulga un sólido espíritu social, deportivo y solidario. En la actualidad, el Gigante del Sur (como se lo conoce) abraza a las familias de buena parte de esa zona de Rosario, y le hace además honor a sus raíces al ser un espacio que está en constante crecimiento, buscando renovarse y expandirse.
La camiseta tricolor es una marca registrada de la ciudad que llevan con orgullo las chicas y los chicos del club hasta el día de hoy: el celeste, el blanco y el rojo confluyen bajo un mismo núcleo. Es una conjunción de las banderas de Argentina y de Suiza. Y el arco del triunfo que marca el ingreso al club por la cortada Raffo es una obra majestuosa creada por el arquitecto Alejandro Máspoli, que engloba una imponente estatua de la libertad de tres metros de altura. Es el faro de referencia del barrio por excelencia.
El tiro inicial
“Nuestra amada Sociedad Tiro Suizo Rosario fue fundada en septiembre de 1889. No hay registro de qué día se creó, por lo cual siempre se decidió celebrar el aniversario en la última semana del mes”, explicó el presidente de Tiros Suizo, Claudio Polo.
La historia marca que los inmigrantes del Cantón del Tesino decidieron congregarse en un mismo espacio para despuntar el deporte madre: el tiro. “Compraron este lugar y lo donaron a la sociedad. Fue así que lo primero que hicieron fueron los polígonos (que actualmente están en uso), una batería de sanitarios, un salón principal que hasta hoy en día cuenta con una fachada suntuosa y el arco que reluce sobre la calle Raffo 5120, que fue restaurado hace unos años en una obra conjunta con la Municipalidad de Rosario”, narró el directivo.
En 1972 se construyó el natatorio y luego se incorporaron nuevas disciplinas como fútbol y básquet, entre otras. “En la actualidad contamos con una amplia variedad de deportes para la masa societaria, que oscila en 9.500 personas”, agregó.
La institución ofrece actualmente judo, básquet para chicas y chicos, tiro deportivo, vóley, fútbol de campo femenino y masculino, futsal, tenis, patín artístico, gimnasia deportiva, natación, hockey sobre césped femenino (es el actual campeón local), ajedrez, musculación, maxivoley y maxibásquet.
Cuenta con tres renovadas canchas de tenis de superficie rápida, condición que lo transformó en el único club de la ciudad y de la región en tener un complejo de tales características. Incluso hace más de dos décadas que funciona la escuela donde ofrece clases para todas las edades, sea de manera individual como colectiva. A eso hay que sumarle que hace poco estrenó luces led.
Entre los atletas que se criaron puertas adentro se destaca Jorge Balliengo, quien fuera un gran lanzador de disco, campeón Sudamericano 2005 y 2006 e Iberoamericano 2006 y 2008. “En Tiro Suizo arranqué atletismo. Hice del año 1989 a 1991”, dijo a su turno y con cierto placer quien fuera, además, representante olímpico en Beijing 2008.
A metros del solárium y la zona de parrilleros sobresale el renovado buffet, que está concesionado a la Asociación Empleados de Comercio. La dirigencia espera este año poder terminar de construir el restaurante, que tendrá capacidad para 200 comensales.
Desde lo recreativo y educativo hoy hay dos turnos de colonia de verano coordinada por Guillermo Valdiviezo, quien además de ser profesor de educación física es directivo del club. Es importante resaltar que la centenaria institución cede las instalaciones a jóvenes discapacitados que practican futsal y son bicampeones nacionales. Y brinda el espacio físico a chicas y chicos que tienen minusvalía visual para que realicen talleres de básquet.
Nacido y criado en el club
Claudio Polo contó con una sonrisa que vive a 150 metros del club: “Por la misma calle, es decir, la cortada Raffo”. “Soy de este barrio y de este club de toda la vida. Vengo desde muy chico. Es mi casa”, acotó mientras monitorea levemente la zona del solárium y pileta. El dato saliente es que preside Tiro Suizo desde hace 14 años. “Pero hace más de tres décadas que estoy en la gestión. Comencé de abajo, porque empecé de vocal suplente y fui ocupando diferentes cargos con el correr del tiempo. Me gusta lo que hago”, afirmó dirigente.
“Estuve mucho tiempo como vicepresidente de Julio Fouquet, por quien todos tenemos un gran cariño y enorme respeto”, mencionó, y planteó: «Cuesta mucho que los jóvenes se involucren con la gestión. Esta tarea es muy linda pero demanda mucho tiempo. Y además, al ser ad honorem, hace que casi nadie quiera colaborar. Esta es una problemática que deben tener muchas instituciones, sobre todo las barriales».
En ese sentido, el dirigente de 70 años indicó: «Esta es una empresa que va creciendo y se necesita brindarle más tiempo, y eso genera que muchos no puedan involucrarse porque deben atender por cuestiones razonables sus obligaciones laborales, que en definitiva es el sostén económico que tienen”.
Además, insistió en que su vida «está ligada al club», y recordó que concurre a la institución desde chico, cuando venía con su hermano y sus amigos a «pasar gratos momentos». Y comentó que su esposa también concurría al club en aquella época y hoy ambos son socios vitalicios.
Por otro lado, Polo mencionó: “Con el correr de los años fuimos agregando muchas disciplinas deportivas para la masa societaria, y si no ofrecemos más es porque realmente no nos da la actual capacidad física”. Asimismo, expresó que tienen un plan de obras para plasmar: “Una de las tantas ideas y proyectos que tenemos es hacer este año un playón para poder hacer actividades múltiples a cielo abierto, al menos en una primera etapa. También anhelamos construir la cancha de hockey sintética para las chicas”.
“Estamos en mejoras continuas. Incluso deberíamos tener otro estadio cubierto para poder darle a la masa societaria un lugar regular para que las disciplinas no se crucen. Hacemos malabares para que todos puedan usar las instalaciones a la hora de jugar oficialmente”, dijo.
Por su parte, Guillermo Valdiviezo, desde su rol de prosecretario que ocupa hace casi cuatro años, también hizo eje en la importancia de ampliar las instalaciones de Tiro Suizo. “Nos pasa que debemos coordinar y consensuar entre las diferentes actividades los horarios de prácticas, y después los días de competencia para que todos tengan los mismos derechos”, contó.
“Pasé mi infancia en este lugar. De chico jugaba al vóley y luego estudié el profesorado de educación física. Actualmente además de integrar la comisión directiva soy el coordinador de la colonia de vacaciones”, relató Valdiviezo.
Espacio familiar y solidario
Para casi todas las familias del barrio, Tiro Suizo es el patio de sus casas. Todos los socios son prácticamente de la zona. En este aspecto, se percibe que hay un marcado sentido de pertenencia por el Gigante del sur. “La idea es que todos los chicos estén acá adentro. Mis hijos lo hicieron y ahora los veo como traen a mis nietos. Y así sucede con muchas familias más. Este clima es muy cálido y unido”, aseguró Polo.
El titular del tricolor expuso sin rodeos que “los chicos terminan adorando al club». «Al pasar mucho tiempo acá es como que se apropian. Y eso está buenísimo porque no están en la calle con todos los peligros que eso conlleva”, describió.
Por otra parte, el club se destacó en pleno inicio de pandemia del coronavirus por su enorme y tenaz acción solidaria. “Los chicos de futsal y básquet hicieron durante más de un año una comida para ofrecerle a la gente más necesitada”, remarcó Polo, y comentó que entregaban unas 200 raciones de comida en cada oportunidad.
«Era una ración saludable y abundante que ayudó a muchas familias. Todo realizado con productos de primera calidad. La gente donó mucha mercadería. La verdad es que el gesto de los organizadores fue muy noble porque ayudaron a muchas personas en un momento muy delicado para todos”, concluyó.