Desde el punto de vista de la regulación, a las autoridades de todo el mundo les preocupa que el auge de los criptoactivos en general pueda socavar los sistemas financieros
Los tokens no fungibles (NFT, sigla en inglés) parecen haber salido disparados del éter este año. Desde arte y música hasta tacos y papel higiénico, estos activos digitales se venden por millones de dólares y dispararon las sospechas de irregularidades.
Un NFT es un activo digital que representa objetos del mundo real como arte, música, elementos del juego y videos. Se compran y venden en línea, frecuentemente con criptomonedas, y generalmente están codificados con el mismo software subyacente que muchos criptos. Aunque existen desde 2014, las NFT están ganando notoriedad ahora porque se están convirtiendo en una forma cada vez más popular de comprar y vender obras de arte digitales. Los NFT también son generalmente únicos en su tipo, o al menos uno de una ejecución muy limitada, y tienen códigos de identificación únicos.
Un NFT permite al comprador poseer el artículo original y obtener una autentificación incorporada para demostrar su propiedad. Recientemente algunos casos han disparado las alarmas: la actividad ofrece una ventana a la naturaleza nebulosa y especulativa del sector de las NFT, que atrajo un volumen de ventas de u$s25.000 millones en 2021.
El rumor en torno a este nuevo mercado se ha visto impulsado por objetos de colección de arte como CryptoPunks y Bored Apes, retratos generados algorítmicamente que pueden venderse por millones de dólares. Estos objetos han ganado adeptos entre famosos como la socialité Paris Hilton y el presentador de televisión Jimmy Fallon, que recientemente mostraron sus Bored Apes.
Varias grandes empresas, desde Coca-Cola hasta Gucci, están probando la temperatura con sus propios NFT. En el mundo del arte, por su parte, algo más de 1 de cada 20 dólares de ingresos en las principales casas de subastas procedieron el año pasado de las NFT.
Sin embargo, esas transacciones no son ilegales en esta industria naciente porque no hay normas equivalentes que regulen las NFT, dijeron a Reuters dos expertos legales en criptografía.
Desde el punto de vista de la regulación, a las autoridades de todo el mundo les preocupa que el auge de los criptoactivos en general pueda socavar los sistemas financieros, promover la delincuencia y perjudicar a los inversores. Hasta ahora, los esfuerzos se han centrado sobre todo en las criptodivisas y no en las NFT, que plantean nuevas cuestiones como la forma de clasificarlas, ya que son de carácter puntual -no fungible- y muy diversas.
«En general, la mayoría de las jurisdicciones reconocen que las NFT no deben ser reguladas como productos financieros si cada NFT representa un artículo genuinamente único – por ejemplo, un objeto de colección único, una pieza de arte o una pieza de contenido mediático», dijo Hagen Rooke, socio del bufete de abogados global Reed Smith.
Recientemente, la plataforma digital de videojuegos independiente itch.io ha expresado su opinión acerca de los activos no fungibles o NFT, a los que ha definido como “una estafa” y ha señalado como un medio para cometer fraude.
”Los NFT son una estafa. Si creen que son legítimamente útiles para otra cosa que no sea la explotación de los creadores, las estafas financieras y la destrucción del planeta, les pedimos que reevalúen sus prioridades en la vida”, indicó esta tienda centrada en títulos sin gestión de derechos digitales (DRM) en Twitter.
itch.io también ha acusado a las empresas que respaldan los NFT de querer lucrarse con estas creaciones virtuales, “sobre todo teniendo en cuenta el discurso, ahora fácilmente accesible, sobre los problemas de los NFT”.