El viaje a Malta tendrá como eje central la constante preocupación del pontífice por la situación de los migrantes, mientras que Líbano es una cuenta pendiente de la Santa Sede
El Vaticano avanza con los preparativos para que el papa Francisco visite la isla de Malta en abril y luego, «cuando las condiciones lo permitan», pueda viajar a Líbano, informaron fuentes oficiales.
Luego de haber cancelado el viaje que tenía previsto a la isla mediterránea en mayo de 2020 a causa de la pandemia, el pontífice argentino se prepara para llegar al país del sur europeo en una gira que podría concretarse el 2 y 3 de abril, explicaron a Télam fuentes vaticanas.
La confirmación del viaje, remarcaron desde la Santa Sede, depende de que el Gobierno de Malta fije las elecciones para el 12 o 19 de marzo, como está previsto, y Francisco pueda llegar una vez terminada la campaña electoral.
El viaje tendrá como eje central la constante preocupación del pontífice por la situación de los migrantes que a través del Mediterráneo buscan llegar a Europa desde la costa Norte de África.
En 2016, en ese marco, el Vaticano emplazó un pesebre donado por el Gobierno maltés en la Plaza San Pedro en el que una barca de madera simbolizó la centralidad de los migrantes como preocupación compartida para Roma y La Valeta.
El viaje, que podría ser oficializado a mediados de febrero, sería además una «continuación conceptual» de la visita que Jorge Bergoglio, de 85 años, hizo en diciembre a Grecia y Chipre, otros dos países europeos atravesados por la emergencia migratoria continental.
Luego de un 2021 con viajes a Irak, Budapest, Eslovaquia, Chipre y Grecia, la visita a Malta sería la primera de un 2022 en el que Francisco tiene en preparación otros «tres o cuatro viajes», agregaron las fuentes.
En ese marco, la reciente visita del canciller vaticano Paul Gallagher al Líbano, para una gira de cinco días, volvió a preparar a la estructura de la Santa Sede para una posible visita del pontífice al denominado «país de los cedros».
Así, en medio de una agenda variada que incluyó reuniones con representantes de la Iglesia y del Gobierno, Gallagher afirmó que la visita del Papa, sobre la que Francisco ya expresó su deseo, se dará «cuando las condiciones lo permitan»:
En suelo libanés, Gallagher renovó la disposición de la Santa Sede a participar activamente, y probablemente incluso a acoger, cualquier diálogo nacional entre las partes libanesas para curar las heridas y aliviar las tensiones.
Además de Malta y Líbano, Francisco podría viajar este año a Hungría, a un destino africano como Congo o Sudán del Sur y, en lo que sería su primera visita a Oceanía como Papa, llegaría a Papúa Nueva Guinea como parte de una gira que incluiría también Timor del Este, según la agenda tentativa con la que trabaja el Vaticano.