A su vez, pidieron la detención de la novia que festejó el casamiento narco al que asistió la familia Giménez antes de ser acribillada
Ibarlucea fue el punto de atención durante el fin de semana tras el triple homicidio de Maximiliano Giménez, de 33 años, Elena; su hija de 31 meses y su esposa Erica Romero, de 37; luego de ser interceptados en un camino rural al salir de un casamiento en la madrugada del sábado.
El fiscal en turno Gastón Ávila comenzó la investigación y pidió a la empresa encargada del catering que atendió en la boda la lista de invitados para comenzar a tomar declaraciones. Algunos de ellos, no esperaron la citación judicial y tomaron contacto con Fiscalía este mismo domingo.
El fiscal Ávila se limitó a conversar con quienes se acercaron a la sede del Centro de Justicia y se centró en la búsqueda de testigos que podrían haber visto la camioneta Volkswagen Amarok blanca, en la que al parecer se trasladaron los agresores antes de interceptar al Audi TT en el que se desplazaba el matrimonio Giménez para acribillarlos.
Justamente, un joven de 19 años aportó datos del hecho. Dicha información aportada se está corroborando y esta persona se encuentra en libertad a disposición de la Fiscalía. Asimismo, continúan las medidas que se mantienen en reserva para la investigación.
La familia Giménez salía del casamiento de Esteban “Pinki” Rocha y Brisa Milagros Leguizamón Ferreyra, los dos con causas judiciales abiertas por narcotráfico y, en el caso de la mujer; con prisión domiciliaria. El matrimonio y su hija fue interceptada por una camioneta Amarok blanca con al menos tres personas dentro que los balearon sin piedad.
En otro orden, se libró una orden de detención para la mujer que contrajo matrimonio, solicitada por el fiscal federal Claudio Kishimoto, en oficio ejecutado por el juez Carlos Vera Barros, el mismo que había otorgado la excarcelación. En el escrito, se solicitó a Gendarmería que detenga a Brisa Leguizamón «por el desprecio hacia las órdenes judiciales».