Desde este viernes, un grupo de avenidas tienen modificaciones en sus velocidades y estacionamientos. "Se busca pacificar la calle", dijo Nicolás Baudino, del Área de Movilidad Activa del EMR
Este viernes la Municipalidad de Rosario disminuyó la velocidad de circulación en varias avenidas que cuentan con ciclovías con el objetivo de «mejorar la convivencia en el espacio público». El límite establecido en las avenidas elegidas será de 50 km/h y la pregunta de todos los ciudadanos ronda en cómo se controlará esta nueva medida.
Concretamente la ordenanza establece que la velocidad máxima de circulación vehicular de 50km/h en las calles: Ovidio Lagos de Aristóbulo del Valle hasta 27 de Febrero; Av. Centenario Rosario Central desde Génova hasta Cordiviola; Av. Frondizi desde Cordiviola hasta Colin B. Calder y Av. Colombres desde Colin B. Calder hasta Av. Puccio.
A su vez, se estableció la prohibición de estacionamiento en los siguientes tramos: Av. Alberdi entre Mongsfeld y Bordabehere sobre margen derecha en dirección de Norte a Sur y calle Ayolas entre Av. San Martín y Necochea sobre margen izquierda.
Además, se incorpora el estacionamiento a 45º de frente en calle Ayolas desde Av. San Martín hasta Abanderado Grandoli sobre margen derecha.
Nicolás Baudino, responsable del Área de Movilidad Activa del Ente de la Movilidad de Rosario (EMR), habló con Turno Mañana de LT3 sobre los cambios que se producirán y cómo se vigilarán: «Lo que queda por implementar en temas de controles es la fiscalización electrónica, pero también es una invitación y un llamado de atención para que todos nos apeguemos a las reglas para evitar los siniestros viales y mejorar la convivencia en el espacio público».
En este sentido, Baudino fue claro: «Cuando hay control punitivo tiene un efecto inmediato y efectivo, lamentablemente».
El funcionario explicó que hay tres factores que juegan un rol fundamental en los riesgos de la seguridad vial: la masa, la velocidad y la carrocería. En este sentido agregó: «Atacar la velocidad es bajar el riesgo que tiene un vehículo por el simple hecho de desplazarse».
La medida llega para mejorar la convivencia entre ciclistas, vehículos y también peatones, ya que en los últimos 24 meses se adoptaron medidas para incentivar el uso de bicicletas con la implementación de más de 60 kilómetros de bicisendas y ciclovías. «Más allá de que estén a la izquierda (carril rápido para los autos), las ciclovías tuvieron un grado de apropiación altísima y son una política muy buena, además tienden a mejorar las condiciones de convivencia y seguridad», apuntó el responsable del Área de Movilidad del EMR.
Además, agregó que «el sólo hecho de que un auto venga a menor velocidad da la posibilidad de cruzar la calle más cómodo y da más conciencia sobre la decisión que tiene que tomar quién maneja el vehículo a motor».
En esta línea, también habló de los dispositivos de flexión vertical que se pueden ver en la calle e identificar como una gran loma de burro. Para Baudino son un «mecanismo pasivo para bajar la marcha» ya que «generan la obligación de hacerlo».
«Todo tiene que ver con mejorar la visibilidad, la forma en que se organiza el flujo de convivencia en el espacio público», señaló el funcionario y rápidamente simplificó: «Se busca pacificar la calle».
Por último, habló de la posibilidad de llevar aún más abajo los límites de velocidad en toda la ciudad y marcó que la Organización de las Naciones Unidas hizo un llamamiento para establecer las velocidades a 50km/h en las avenidas y 30 km/h por las calles porque, identificó el Baudino, «porque realmente tiene un impacto muy grande en la seguridad vial». En este sentido añadió que «los siniestros por la seguridad vial son muy caros y estamos habituados a ellos, pero los efectores públicos de salud no dejan nunca de atender heridos por choques».