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“No puedo escuchar a ‘Pity’ desde que mató a mi papá”, dijo la hija del hombre baleado por el músico


La hija de Cristian Maximiliano Díaz, el hombre asesinado en julio de 2018 en el barrio porteño de Villa Lugano, rompió el silencio

Jacqueline Guzzardi, la hija de Cristian Maximiliano Díaz, el hombre asesinado en julio de 2018 en el barrio porteño de Villa Lugano por su vecino y exlíder de la banda de rock Viejas Locas, Cristian “Pity” Álvarez, dijo hoy que desde que mataron a su padre no puede escuchar “ni una canción” del músico y que le da “pánico” sólo ver imágenes de él.

“No puedo escucharlo desde que mató a mi papá. No puedo escuchar ni siquiera su nombre ni una canción de él porque me mareo y me empiezo a sentir mal. Me da pánico de solo verlo”, aseguró Jacqueline en una entrevista con Télam, que accedió conceder tras ver días atrás en las redes sociales una foto de Álvarez (49) en la calle y junto a un fan, con un aspecto muy diferente.

La hija de Díaz (36), conocido como “El Gringo” y a quien describió como “compinche” y “protector”, recordó el día que llamaron a su puerta para decirle que su papá había sido asesinado.

“Era una noche muy oscura y fría”, rememoró la joven sobre la madrugada del 12 de julio de 2018, cuando le tocaron el timbre de su casa, ubicada en una de las torres del barrio Samoré de Villa Lugano, para decirle que algo le había sucedido a su papá.

Jacqueline, que entonces tenía 16 años, contó que bajó rápidamente de su departamento y vio el cuerpo de su padre tirado junto a un charco de sangre.

“Lo reconocí al verlo. Me lo quedé mirando en estado de shock, no sabía si estaba vivo, muerto o agonizando. Estuve unos veinte minutos pensando que iba a venir una ambulancia, hasta que llegó mi mamá y nos dijeron que estaba muerto”, recordó conmovida.

Unos minutos después, la adolescente se enteró que el músico, ídolo y referente de miles de jóvenes que escuchan sus canciones y lo seguían en sus recitales, era el señalado por todos como el autor del ataque de su papá.

“Yo no lo podía creer, uno sabía que estaba re loco pero conmigo siempre se llevó bien, es más, me saludaba, no sé si conocía mi nombre pero cuando lo cruzaba me decía ´hola amiga, ¿todo bien?´”, contó sobre el guitarrista y también exlíder de la banda Intoxicados.

“Desde entonces no puedo escuchar ni siquiera su nombre ni una canción de él. Me afectó psicológicamente. Será lo que será como músico, pero como persona mató a mi papá”, expresó la joven.

Guzzardi reconoció que “antes escuchaba” los temas y que en la escuela le hicieron aprender la canción “Homero”, de Viejas Locas.

“A veces la canto y, cuando me doy cuenta, me freno. Para mi está cancelado. Si suena una canción en la radio la saco. Mis amigas hacen lo mismo, ellas saben lo que sufrí”, resaltó.

Luego del crimen, Jacqueline dijo que “estaba muy perdida” y que “le llevó tiempo” entender que habían asesinado a su padre.

El homicidio del “Gringo” Díaz ocurrió cerca de la medianoche del 12 de julio de 2018 frente a la puerta de acceso a la Torre 12 B del barrio Samoré, en Dellepiane Sur y avenida Escalada, de Villa Lugano.

La joven dijo que su papá y ‘Pity’ si bien se conocían del barrio no eran amigos y desestimó las versiones que circularon sobre que él era quien le proveía drogas al cantante.

“Si lo mató es porque sabía quién era. El ‘Pity’ andaba diciendo que le iba a meter un tiro en la pierna por robarle una mochila. Esa noche mi viejo lo invitó a pelear de manos, él no tenía armas como dijeron y no es que ‘Pity’ había querido defenderse”, aseguró la joven y agregó que el músico “en ese momento estaba bien fresquito”, porque le pegó un tiro a su papá y después lo remató con tres disparos más.

“Se comprobó que no se había drogado con nada, que estaba lúcido. Después tiró el arma y se fue. Sabía lo que hacía”, sentenció.

Según consta en la causa judicial, luego del disparo, Álvarez abordó con su novia un Volkswagen Polo y a los pocos metros le pidió a la joven que arrojara la pistola en una alcantarilla de la colectora de Dellepiane Sur.

Desde allí, ambos fueron al local bailable “Pinar de Rocha” de Ramos Mejía.

El músico estuvo casi un día prófugo hasta que se entregó en la comisaría 52, único momento en el que se refirió al hecho cuando le dijo a la prensa: “Lo maté porque era él o yo. Y creo que cualquier animal haría lo mismo.”

Por su parte, Jacqueline, quien durante la entrevista habló con firmeza a pesar de su timidez, aseguró que tras la muerte de su padre necesitó contención psicológica y que también vio afectados sus estudios porque no quería ir al colegio.

“Estuve todo el 2018 tratando de comprender que mi papá ya no estaba. Lo que yo tuve que pasar no se lo deseo a nadie porque no es fácil de llevar. Cada uno lleva el dolor como puede y como le toca, la diferencia es que es una figura pública y opinan. Y para los fanáticos es intocable”, sostuvo.

“El ‘Pity’ me dejó mal psicológicamente, por él tengo que ir a ver a mi papá al cementerio. El me cuidaba mucho y me protegía. Mi papá era todo, era mi favorito”, añadió la joven en el único momento de la entrevista en el que sonrió.

Actualmente, “Pity” se encuentra internado en un centro neuropsiquiátrico de la localidad de Castelar y el día que fue visto en la calle fue porque debió realizarse estudios debido a que padece diabetes, según dijeron fuentes allegadas al músico.

Si bien se encuentra procesado por el crimen de Díaz y el caso ya fue elevado a juicio, el debate que iba a realizarse en febrero de 2021 se suspendió porque la Justicia consideró que el músico no estaba en condiciones psíquicas de afrontar el proceso.

“Da bronca que quieran hacerlo pasar por loco. Espero que se haga justicia, que tenga su condena y que pague. Mas allá de que sea famoso, tiene que cumplir su condena”, concluyó Jacqueline.