Falleció a los 76 años, según confirmaron sus familiares, sin precisar la causa de su deceso.
El expresidente de Mali, Ibrahim Bubakar Keita, quien gobernó el país africano entre 2013 y 2020, murió hoy en su casa de Bamako, a los 76 años.
«El presidente IBK (Ibrahim Bubakar Keita) falleció esta mañana a las 9 (6 horas en la Argentina) en su casa», indicó un miembro de su familia a la agencia de noticias AFP.
La información fue confirmada por otros miembros de su familia y de su entorno personal, aunque sin precisar la causa de su deceso.
Keita, elegido presidente de Malí en septiembre de 2013, fue derrocado por un golpe militar en agosto de 2020 y posteriormente arrestado.
En septiembre de ese año recibió autorización para abandonar el país y someterse a un tratamiento médico en los Emiratos Árabes Unidos a raíz de un deterioro de su estado de salud.
El expresidente maliense permaneció en el país árabe hasta octubre de 2020, cuando regresó a Mali.
Desde entonces mantuvo un perfil bajo y evitó hacer declaraciones públicas.
La muerte de Keita llega en un momento extremadamente delicado para el país, bajo embargo de la Comunidad Económica de Estados del África Occidental (Cedeao) por el control militar del Gobierno.
La junta militar que derrocó a Keita en agosto de 2020 designó a un presidente y a un primer ministro de transición.
Ambos luego fueron relevados del mando por una segunda asonada en mayo de 2021, que elevó finalmente al líder del Ejército, Assimi Goita, al cargo de presidente.
Malí es el octavo país más extenso del continente africano, no tiene litoral marítimo, limita al norte con Argelia en una frontera que atraviesa el desierto del Sahara y la mayor parte de su población vive en el sur, en las proximidades de los ríos Níger y Senegal.
Aunque la estructura económica se basa en la agricultura, sobre todo en la producción de algodón, desde 1991 comenzó a crecer la inversión extranjera en el sector minero y en la actualidad Malí es el tercer productor de oro de África, aunque también extrae uranio y sal.