El jefe de Gabinete planteó que "la deuda heredada del gobierno de Macri es un problema muy grave" e insistió en el "firme" rechazo a un programa de ajuste
Por Martín Piqué – Télam
El jefe de Gabinete, Juan Manzur, subrayó que «la única condición para acordar con el Fondo Monetario Internacional es que el país pueda seguir en este sendero de crecimiento», planteó que «la deuda heredada del gobierno de (Mauricio) Macri es un problema muy grave de toda la Argentina, no de un sector», e insistió en el «firme» rechazo a un programa de ajuste porque, explicó, «eso recaería sobre los sectores más vulnerables».
Con esa definición se refirió a la necesidad de defender el crecimiento económico, una prioridad sobre la que volvió varias veces a lo largo de esta entrevista exclusiva con Télam, y que en 2021 se reflejó en el alza del 10% de la actividad, en la baja del desempleo (de 8,2% al cierre del tercer trimestre, según el Indec) y en la exportación de «volúmenes que hace años no se lograron».
Esos logros, puntualizó, se relacionan con otro objetivo central del gobierno del Frente de Todos (FdT): «Mejorar los indicadores de pobreza a pasos cada vez más rápidos».
«Lo que se busca es acordar, lo que se quiere es acordar, la decisión política del Gobierno argentino, tal cual lo expresa el Presidente, es acordar. Lo único que pide la Argentina es poder seguir creciendo, ese es el punto central», remarcó sobre las tensas tratativas con el FMI apenas iniciado el reportaje, el primero que concedió desde que Alberto Fernández lo designó ministro coordinador.
Las cuestiones que desvelan al Ejecutivo para los próximos dos meses, sobre todo el desenlace de la renegociación con el organismo, se fueron sucediendo en una charla que se realizó en una mañana soleada y con la ciudad semivacía -el reloj marcaba las 7- en su despacho del primer piso de la Casa Rosada, donde las ventanas del ala norte, las que se abren sobre la explanada de Rivadavia, exhibían una postal solitaria del Centro Cultural Kirchner.
En el abordaje del tema deuda, el diálogo con el jefe de Gabinete incluyó una mención al rol de Estados Unidos y su incidencia en la postura del FMI frente al crédito otorgado a la Argentina en 2018.
Durante la reunión con los gobernadores el ministro de Economía, Martín Guzmán, confirmó que existen diferencias con algunos accionistas de peso en el organismo -EEUU es el mayor- por la velocidad con la que el país debería aplicar un programa de reducción del déficit.
«Yo no tengo dudas de que, si aceptan las condiciones de respetar que Argentina pueda seguir creciendo a los niveles normales que hoy requiere nuestra economía para sacar a mucha gente que hoy está en una situación difícil y vulnerable, se va a llegar a un acuerdo», analizó Manzur sobre ese punto, aunque previamente recordó que cualquier cronograma de repago de la deuda con el FMI «excede los mandatos constitucionales de los actos electorales», por lo que convocó a «buscar soluciones» a través del «diálogo, la apertura y la búsqueda de consenso» entre todos los sectores políticos.
—El miércoles quedó claro que el obstáculo para acordar con el FMI pasa por el programa fiscal: el sendero que propone el Gobierno para reducir el déficit es progresivo, pretende cuidar el crecimiento y se basa en la recaudación, mientras que algunos países que integran el FMI exigen ajuste. ¿Es así?
—Primero, lo que hay que destacar es la convocatoria del Presidente, del doctor Alberto Fernández. En cada gesto, en cada actitud que tiene, está siempre convocando a la unidad, al diálogo, al consenso. En generar la mayor amplitud en la toma de decisiones. El Presidente fue muy claro: el problema de la deuda heredada del gobierno de Macri que hoy tiene el país es muy grave, no un problema de un sector. Es un problema de toda la Argentina. Esta decisión, de convocar a la totalidad de las provincias en el marco de un país profundamente federal, para explicar cuáles son los caminos que se han recorrido hasta ahora, cuáles son los puntos de encuentro y cuáles los puntos que están pendientes de acordar, le da una solidez muy importante. Por otro lado, el ministro Guzmán fue muy claro y muy explícito cuando habló, y con total claridad contó cuáles son todos los avances que se vienen dando en las negociaciones que se están llevando adelante. La lógica, en definitiva, es la que se indica: lo que se busca es acordar, lo que se quiere es acordar, la decisión política del Gobierno argentino, tal cual lo expresa el Presidente, es acordar. Lo único que pide la Argentina es poder seguir creciendo. Ese es el punto central. Hay que seguir creciendo. Porque hay que seguir mejorando los indicadores sociales: de pobreza, de desempleo. Esta es la única condición para acordar con el Fondo. Que la Argentina pueda seguir en este sendero de crecimiento que ha mostrado. Porque este año la Argentina va a crecer -todos los indicadores lo muestran- quizá un poco más arriba del 10%. Es un número muy importante. El desempleo también bajó, producto de este crecimiento. Se han exportado volúmenes que hace años no se lograron. Todo tiene que ver con generar las condiciones para que la calidad de vida de los argentinos mejore. Por eso es la decisión tan firme de nuestro Gobierno de decir «no queremos un ajuste», porque eso recaería sobre los sectores más vulnerables.
—¿Se puede acordar con el accionista mayoritario del FMI, que es EEUU? Varios funcionarios incluso han viajado allá, como Gustavo Beliz, usted mismo, además de las negociaciones que llevan adelante Guzmán y el embajador Jorge Argüello. ¿Hay posibilidades concretas de un entendimiento?
—Yo no tengo dudas de que va a haber un entendimiento, un diálogo constructivo. Usted mencionaba al embajador Argüello, que es un gran embajador de la Argentina y que está en diálogo permanente con el Presidente y sigue sus instrucciones. Yo no tengo duda de que va a haber un acercamiento cada vez más firme y va a haber, también, un acuerdo. Estamos en pleno proceso de negociación. Y una deuda del volumen de esta magnitud requiere ciertos consensos que son necesarios para llevarla adelante. Efectivamente, yo, a pedido del Presidente, la vez pasada viajé también a Nueva York a acompañar al ministro de Economía en su exposición. Transmití cuáles eran las instrucciones, la indicación era clara: generar el vínculo, el diálogo, para acercar posiciones y en la medida que esto permita lograr el acuerdo. Estamos ya al final de este proceso y no tengo dudas de que, si aceptan las condiciones de respetar que Argentina pueda seguir creciendo a los niveles normales que requiere nuestra economía para sacar a mucha gente que hoy está en una situación difícil, se va a llegar a un acuerdo.
—Guzmán planteó que ningún acuerdo será bueno para Argentina por la dimensión de la deuda, pero que en términos relativos se puede conseguir el mejor acuerdo posible. ¿Argentina qué posición tomará ante lo que EEUU, o la secretaria del Tesoro Yanet Yellen, en rigor, está planteando?
—La posición de Argentina se ha expresado públicamente. Es no interrumpir el crecimiento que hoy tiene el país. Argentina, para poder cumplir con sus obligaciones, tiene que seguir creciendo. Ese es el punto central de las negociaciones. La vocación (de acordar) está, la decisión política está, hay diálogo. Esto no es de un Gobierno, acá hay que buscar una solución a la República Argentina, y eso es lo que está haciendo el presidente Alberto Fernández. Toda negociación es dura, toda negociación es difícil. Pero yo confío en que finalmente se va a llegar a un acuerdo.
—Usted tiene como uno de los ejes de su función la reasignación presupuestaria y el ejercicio de todo lo que implica administrar el Estado. ¿Cómo cumplirá con esa tarea para garantizar las obligaciones del Estado y enviar partidas para las obras comprometidas con los gobernadores luego de que la oposición rechazara el Presupuesto?
—Sí, después de lo que sucedió en la Cámara de Diputados, el Gobierno nacional se quedó sin presupuesto para el año 2022. Hay soluciones administrativas previstas dentro de la normativa legal, y se vienen dando pasos concretos en pos de que el Estado siga funcionando. El Presidente ya sacó la normativa para prorrogar el presupuesto anterior (por el decreto 882/2021, publicado en el Boletín Oficial el 24 de diciembre último), con el que vamos a seguir funcionando. Y luego recae en la Jefatura de Gabinete llevar adelante las readecuaciones de todas las partidas presupuestarias. Eso se va a hacer en forma directa entre los equipos técnicos de la Jefatura de Gabinete y los del Ministerio de Economía. Esta no es la primera vez que le pasa a un gobierno peronista como el nuestro: en 2020 también, a partir de una situación desafortunada como esta, el Gobierno de aquel momento se quedó sin presupuesto. En ese momento yo también era funcionario nacional y tuvimos la posibilidad de seguir adelante. Yo ahora voy a seguir trabajando en todo lo que ustedes ven: llevar adelante la documentación técnica y ver que todas las áreas -fundamentalmente las prioritarias, todo lo que tiene que ver con mejorar la calidad de vida a los argentinos- se sigan instrumentando lo más rápido posible.