El ex atacante rojinegro, que jugó algunos partidos en el equipo campeón de 2004 dirigido por Américo Gallego, se sumó al exitoso reality
Mário Jardel Almeida Ribeiro, más conocido como Jardel, fue un tremendo delantero brasileño que tuvo un paso muy recordado por el Newell’s campeón del Tolo Gallego en 2004, pero no precisamente por su juego. Había llegado como una gran estrella para ese campeonato y su nivel y estado físico fueron una gran decepción. Apenas jugó tres partidos con la casaca leprosa pero le alcanzó para ser campeón. En estos días volvió a ser noticia porque entró a la casa de Gran Hermano en Brasil.
El reality que fue furor en Argentina durante varios años lleva 22 temporadas consecutivas en el vecino país. En este 2022 cambiaron el formato y optaron por un mix entre personas desconocidas y famosas.
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En ese último lote entra Jardel, que tuvo una extensa carrera jugando en equipos de Brasil, Portugal, Turquía, Italia, España, Inglaterra, Australia, Chipre, Bulgaria, Arabia Saudita y en Argentina donde jugó solamente en Newell’s.
Antes de llegar a la Lepra su pasado era envidiable. Había ganado la Libertadores y la Recopa con Gremio, 10 títulos en Portugal juntando los de Porto y los de Sporting de Lisboa, había levantado la Supercopa de Europa con el Galatasaray y además había sido dos veces el ganador de la Bota de Oro (máximo goleador de las ligas europeas) en las temporadas 1998-99 con el Porto y 2001-02 con Sporting.
Además, había tenido algunos partidos en la selección de Brasil aunque con suerte dispar, teniendo en cuenta que luchaba por un puesto con un Ronaldo en ascenso, además de Romario, Bebeto y Rivaldo entre otros.
Por todos estos motivos, la expectativa en Newell’s fue muy alta ante su llegada. Y seguramente, por eso es que la decepción aún se sigue recordando. Debutó en la primera fecha del Apertura 2004 -cuando la Lepra se coronó campeón- frente a Vélez, en una derrota 0-1 en el Coloso y su presentación fue una verdadera desilusión. Al punto tal que al ser reemplazado en ese primer partido se fue silbado por el estadio ya que se veía que su estado físico estaba lejos de ser el que había triunfado en Brasil y en Europa.
En ese torneo finalmente disputó solo tres partidos (el mencionado con Vélez y en la fecha 3 frente a Huracán de Tres Arroyos y en la fecha 5 frente a Banfield), que le alcanzaron para ser campeón. Luego, partió rumbo al Alavés de España y nunca volvió a jugar en Argentina. Sí lo hizo en Brasil y en varios países más.
Actualmente, tiene 48 años, sobrellevó una vida compleja que lo tuvo internado durante un tiempo por depresión y una afección a las drogas y el alcohol. En estos días, intenta volver a recuperar en Gran Hermano un poco de la fama que el fútbol le supo dar.