CLG dialogó con Jorge Bártoli, referente de "El Paraná no se Toca", quien advirtió que "es un período crítico" y que "el panorama es verdaderamente muy preocupante"
Si bien las quemas en las islas entrerrianas prácticamente no se detuvieron en más de un año y medio, la situación ha recrudecido en los últimos días y el humo en el ambiente fue casi insoportable durante la noche de este martes. Las desoladoras postales que vuelven a dejar las llamas en los humedales ponen en manifiesto una realidad crítica y el panorama no es alentador. Así lo explicó a CLG Jorge Bártoli, ambientalista de la ONG «El Paraná no se Toca».
En primer lugar, el referente de la organización ambiental se refirió a las llamas que azotan nuevamente a las islas, en un marco de temperaturas extremas, pocas lluvias y un río que otra vez registra alturas mínimas: «Es un período verdaderamente crítico y si hablamos de los próximos diez días el panorama es verdaderamente muy preocupante».
«La situación es alarmante no sólo por el fuego en sí, sino también por las temperaturas extremas y la falta de lluvias que vienen a agravar la situación. A esto le sumamos que el río otra vez está en niveles extremadamente bajos, por lo cual sigue sin haber agua en el humedal que actúe como cortafuego. El fuego es algo que se viene produciendo hace mucho tiempo y que no cesó en ningún momento», agregó.
Además, Bártoli insistió en el grave efecto que produce la bajante del río Paraná: «Esto se traduce en problemas con el agua potable. De hecho, hay zonas de la ciudad que han tenido cortes de agua o donde se siente que sale con mal gusto. En la medida que el río siga bajando es probable que eso se agrave».
«Es difícil encontrar algo nuevo para decir a esta hora que no sea lo que lamentablemente venimos diciendo en los últimos casi dos años», sentenció el ambientalista.
Por otro lado, se refirió a la falta de políticas de recuperación de las zonas afectadas: «Nos llama la atención la falta de criterio de recomposición del humedal. Por ejemplo, el humedal es un territorio propicio para la ganadería. ¿Cuáles son los criterios de cantidad de cabezas de ganado por hectárea en aquellos lugares que fueron afectados por el fuego para facilitar la recomposición del territorio? Son aspectos técnicos de los cuales no se habla».
En ese marco, apuntó de lleno contra el Estado: «Lamentablemente está a las claras que transcurrido tanto tiempo hay un rey que desnuda sus incapacidades, que es el Estado y la incapacidad manifiesta que está demostrando para generar criterios o normas tendientes a proteger estos territorios. Hay que valorar el enorme esfuerzo que están haciendo aquellas personas que están destinadas a combatir el fuego, pero evidentemente son insuficientes».
«Estamos hablando de un panorama peor, esto está claramente prolongado en el tiempo y lamentablemente no hay una mínima idea de cuando el río puede recomponer sus niveles habituales», añadió.
Por último, analizó el año transcurrido: «Cuando llega fin de año uno siempre trata de hacer algún tipo de balance y a pesar de que uno trata de ponerle una visión de optimismo, realmente cuesta encontrar cosas positivas este año. Lo que sí es cierto es que en nuestra sociedad se viene consolidando un grupo muy numeroso y heterogéneo de personas que están preocupadas por las cuestiones ambientales».