Por José Odisio
Por José Odisio
«Los años políticos en Newell»s son malísimos, le hacen mucho daño al club. Me gustaría que todos dejen la política de lado y se unan por el bien del club». El mensaje de Ignacio Scocco el día de su retiro fue muy claro, pero no es fácil entenderlo, o lo que es peor, ejecutarlo.
Newell’s vive un momento de transición dirigencial. El abrumador triunfo de Ignacio Astore en las urnas le da espalda, pero la paciencia del hincha ya quedó demostrada que es escasa. Y lejos de coincidir con Scocco, hay hinchas de uno y otro lado, e inclusos algunos directivos y ex dirigentes, que siguen poniendo como prioridad la pelea política, el discurso de confrontación y la chicana. Y el club, como bien dice Nacho, hoy necesita que las energías estén enfocadas en salir de una crisis futbolística que no resiste discusiones de otro índole.
La dirigencia eligió a Sanguinetti. El primer paso tuvo cierta demora producto de negativas de otros candidatos, pero el interinato de Taffarel permitió tomarse ese tiempo. Ahora hay que reforzar el equipo, urgente. Si hay algo que permitió la contundencia en las urnas de Astore fue en enojo -justificado- del socio por las elecciones fallidas del último tiempo a la hora de elegir técnicos e incorporar jugadores. Esta vez fallar no hará perder una elección, pero pondrá a la Lepra en un riesgo que nadie quiere correr.
Está claro que reforzarse bien no es sencillo. Y esto no pasa por un balance, ya que la deuda de Newell’s no dista demasiado de la media de los clubes argentinos, incluso está por debajo de algunos grandes que ostentan lujos con números en rojo que son un disparate. El problema es que el fútbol argentino compite con un dólar devaluado, y entonces hay que convencer desde el proyecto o la vidriera que significa jugar en el Parque. Y ahí también hay devaluación, porque no hay competencia internacional, ya no están los ídolos que llamaban para convencer, y deportivamente hubo demasiados errores. Para peor, algunos hinchas están con mecha corta de paciencia, y reflejan en redes sociales ese enfado. Eso tampoco ayuda, sin dudas.
Newell»s debe encarar el 2022 sin errores. Con gestión, laburo y gente capacitada, dentro y fuera de la cancha. No parece tarea sencilla, en especial si los rencores no se dejan de lado. «Únanse!», reclamó Nacho. Habría que escuchar ese mensaje.