La agrupación de Rosario busca exponer una problemática que afecta a las personas con Trastornos del Espectro Autista y aseguran que “hay familias que tienen que encerrarse o sedar un familiar”
El daño que generan los estruendos en las personas con Trastorno del Espectro Autista (TEA) y otras discapacidades es muy grande. También en adultos mayores y mascotas, así como el peligro de la mala manipulación de estos artefactos que provoca decenas de accidentes cada año. Es por esto que TGD Padres TEA Rosario, como todos los años, busca exponer la problemática que afecta a las personas con estos trastornos y notan que “no hay empatía por parte de la gente”.
Las personas con trastorno autista son particularmente sensibles a los ruidos fuertes y produce momentos difíciles de atravesar cuando en los festejos de Navidad y Año Nuevo se utiliza pirotecnia estruendosa, por lo que proponen celebrar con pirotecnia lumínica. Incluso muchos padres deben medicar a sus hijos, para que duerman durante los festejos, perdiendo la posibilidad de celebrar todos juntos
Valeria Hidalgo, miembro de este grupo, dialogó con CLG acerca de esta problemática que se ve invisibilizada.
“Queremos concientizar a la población de que hay personas que la pasan mal con el uso de la pirotecnia y los ruidos. Hay familias que tienen que encerrarse, sedar a un familiar, no pueden festejar; o hay mamás que se tienen que quedar en el baño con sus hijos por los ruidos”, expresó Hidalgo.
Al ser consultada sobre si la sociedad de a poco está tomando conciencia de esta problemática, señaló que “es difícil medir el comportamiento”, ya que hay acontecimientos que son imprevisibles. “La gente sabe qué hace mal y después elige. A muchos no le importa el otro, salvo cuando el caso le toca muy de cerca”, sentenció.
Recientemente Valeria tuvo que vivir un episodio de ruidos durante el encendido del árbol de navidad de bulevar Oroño, en la que hubo fuegos de artificio. Allí notó que su hijo se tapaba los oídos, a los gritos y comenzó a querer escaparse; también pudo divisar a otros niños en una situación similar.
“El autismo no se cura, hay muchos chicos que pueden evolucionar e insertarse a la sociedad, mediante las terapias y la ayuda en casa. Pero siempre necesitarán un apoyo, más en los casos severos que les afecta y que no pueden expresarse. Eso produce que se lastimen ellos, también a terceros o pueden llegar a perderse”, dijo.
Asimismo, detalló que desde los diferentes ámbitos del Estado la respuesta es escasa. “Desde la Municipalidad dicen que cuando hay denuncia van a decomisar y después ves que después van a comprar los fuegos artificiales llegando a General Lagos. No hay controles reales, ni leyes vigentes. También hacen oídos sordos cuando hay partidos de fútbol, despedidas y otras celebraciones previsibles”, remarcó.
Por último, Hidalgo llamó a la reflexión personal de cada y aseguró que “está bueno festejar, pero siempre y cuando no arruine el festejo de otras personas”.
“Hay que pensar en los demás y que hay muchas maneras de festejar. El ruido de la pirotecnia no solo afecta a las personas con autismo, sino también a ancianos, bebés, personas con enfermedades y también a los animales”, concluyó.