CLG dialogó con el vicario general del Arzobispado de Rosario, quien se refirió al último informe del Observatorio Social de la UCA, que indicó un 43,8% de pobreza
El Observatorio Social de la Universidad Católica Argentina (UCA) emitió en las últimas horas su relevamiento en el que informa que la pobreza en el país al término del tercer trimestre fue de 43,8%, casi un punto menos que en el mismo período del 2020. Pese a la leve baja, los números siguen siendo preocupantes y así lo expresaron desde la Iglesia. «El gobierno tiene que apuntar a detener esta inflación galopante», consideró monseñor y vicario general del Arzobispado de Rosario, Emilio Cardarelli, en diálogo con CLG.
Según el informe de la UCA, el índice de pobreza descendió al término del tercer trimestre de este año al 43,8% frente al 44,7% de julio-septiembre del año pasado. En tanto, el nivel de indigencia, entendida como la gente pobre cuyos ingresos ni siquiera les alcanzan para comprar la cantidad mínima para alimentarse, se mantuvo en el 8,8%.
El director del Observatorio, Agustín Savia, apuntó a que los planes sociales “son fundamentales para evitar que se dispare la indigencia». Sin estas ayudas ese índice aumentaría del 8,8% a 18%, indica el estudio. En cuanto a la pobreza, la estimación de la UCA es que sin los planes pasaría de 43,8% a 48,9%.
La reducción que se detecta entre los años 2020-2021 se explica fundamentalmente por
una caída en los niveles de indigencia, que pasa de 9,8% a 8,8%. Sin embargo, este
comportamiento no se replica entre los pobres no indigentes.— Observatorio de la Deuda Social Argentina (UCA) (@ODSAUCA) December 7, 2021
«Por supuesto que esta baja de un punto porcentual no deja de hacer que la situación de la pobreza sea un escándalo en nuestro país. Con el gobierno anterior era cercana al 40% y ahora 44%, son índices que realmente duelen y que son escandalosos por la riqueza con la que Dios ha dotado a la Argentina y a su gente. Si bien es una buena noticia que haya bajado un 1%, no deja de ser algo muy doloroso», expresó en primer lugar el monseñor Cardarelli, al mantener un diálogo con este medio.
«También duele que tengamos récord de argentinos que trabajan y son pobres. Eso contradice el mandato bíblico que dice que ‘ganarás el pan con el sudor de tu frente’. Si eso no lo podés hacer, también duele mucho», ahondó.
Por otra parte, el vicario del Arzobispado de Rosario apuntó irrefrenable inflación que aqueja a la Argentina desde hace muchos años: «Este estudio también pone de manifiesto que los índices sociales que tenemos actualmente tienen una explicación en la inflación, que es algo con lo que hay que terminar de una buena vez. Hay que ver cómo aplicar políticas de Estado para bajar la inflación y para generar los puestos de trabajo que Argentina necesita».
En ese sentido, indicó: «El informe dice que hasta el 2030 Argentina debería crear por año 400.000 empleos y bajar la inflación para poder superar esto. Evidentemente, no se puede salir de los programas sociales si no es generando empleo».
«Cada poder del Estado tiene su responsabilidad. Ojalá que con la nueva variada composición el Congreso sea un ámbito para que se alcancen acuerdos que trasciendan a los gobiernos para poder superar esta situación tan difícil», agregó.
«La suba de los precios evidentemente atentó contra la reactivación económica y el pequeño aumento en los planes sociales. Todo eso se ve reflejado y en los barrios populares no son cifras, sino que son nombres y rostros concretos. El gobierno tiene que apuntar a cómo detener esta inflación galopante que es un impuesto que pagan todos, hasta los más pobres cuando van a comprar un kilo de pan. A veces uno ve a la dirigencia política más interesados u ocupados en otras cuestiones, más que en esas que son las que realmente importan», insistió.
Además, Cardarelli se refirió a la situación social de los barrios y a la dura realidad de muchas familias que pese a contar con un trabajo igualmente necesitan asistencia: «Esto que aparece en el informe que habla de gente que trabaja y no puede vivir de su trabajo también se ha visto reflejado en nuestras parroquias, sobre todo en los barrios carecientes. Uno ve gente que antes podía vivir de su trabajo, y que ahora con mucho pudor y vergüenza se acerca a pedir ayuda porque no puede llegar a fin de mes».
«También es dolorosa la cantidad de chicos pobres. Según este estudio, el 65% de los niños es pobres», lamentó.
Por último, dejó un mensaje para la comunidad en el marco del Día de la Inmaculada Concepción que se celebra este miércoles 8 de diciembre: «Como Iglesia el mayor aporte que podemos hacer es anunciar a Jesucristo y como estamos en este Día de la Inmaculada aprontándonos para celebrar la Navidad decir que Jesucristo es nuestra esperanza y en la medida que todos abramos nuestro corazón a Él podremos tener la esperanza de que vamos a poder construir esa Patria de hermanos que Dios quiere para nosotros».