El ex policía aseguró que nunca antes había intimidado a la joven, mientras que manifestó que él quería terminar la relación en paz
El ex policía bonaerense Matías Ezequiel Martínez, quien es juzgado por el femicidio de Úrsula Bahillo, dijo en el arranque del juicio por el crimen de la joven que ella lo atacó primero con un cuchillo y él «desesperado» la mató.
El acusado dijo que fue la joven de 18 años quien durante un encuentro para terminar la relación en el paraje de Guido Spano, a diez kilómetros de Rojas, lo abrazó y le dio un puntazo en el abdomen con un cuchillo.
«No tuve intención de hacerle daño, fue un momento desesperado», dijo en su indagatoria ante el Tribunal oral Criminal 1 de Junín donde comenzó el juicio contra el ex oficial de la fuerza bonaerense.
«Sentí mi vida en peligro», señaló Martínez justificando que actuó en defensa propia y, ante ello, el fiscal de juicio Sergio Terron le preguntó qué pasó que Úrsula terminó apuñalada 15 veces: «No recuerdo haberla apuñalado», contestó.
En su defensa Martínez indicó que el cuchillo encontrado en la escena del crimen no era suyo.
Según su versión, nunca antes había agredido a Úrsula, aunque consta que hubo varias denuncias de la joven por violencia y amenazas en esos siete meses de relación antes del homicidio ocurrido el 8 de febrero pasado.
Previo a las declaraciones, la defensa, el fiscal y la querella coincidieron en que ambos mantuvieron un noviazgo y que él la mató, mientras que Martínez dijo que lo hizo para defenderse luego que Úrsula le diera un puntazo.
El ex policía aseguró que nunca antes había intimidado a la joven, mientras que manifestó que él quería terminar la relación en paz.
La abogada de Martínez leyó mensajes del día anterior al hecho donde Úrsula le pedía verlo y él aceptó hacerlo al día siguiente.
La fiscalía le recordó que en cuatro ocasiones Martínez violó las restricciones perimetrales que le había impuesto la Justicia ante las denuncias de Úrsula.
Es que el 15 de enero la llamó varias veces, el 5 de febrero también y hasta le mandó 79 mensajes, mientras que el 6 y 7 de ese mes la interceptó en las calles de la localidad de Rojas.
«Yo no la traté mal», declaró Martínez, quien asegura que eran falsas las denuncias que le hacia la joven, a la vez que comentó: «Yo hacía todo lo que ella me pedía».
Durante el juicio otra de las controversias es de quien era el cuchillo utilizado en el crimen de Úrsula. El ex oficial dijo que no era suyo y cuando declaró Adolfo Bahillo, el papá de la joven, aseguró que nunca tuvieron ese tipo de arma blanca en su casa ni tampoco en una confitería de la cual él era propietario.
También declaró Ariel Luna, el tío del acusado. Es que ese 8 de febrero Martínez lo llamó diciéndole «que se había mandado una cagada» y pidiéndole «ayuda».
Luna recordó que fue a Guido Spano con su mujer y la policía y cuando llegaron Martínez estaba ensangrentado. Que los policías le pegaron y lo detuvieron.