Mediante una declaración divulgada a la prensa, la cancillería rusa cuestionó la convocatoria
Rusia desautorizó este miércoles a Estados Unidos, el Reino Unido y la Unión Europea (UE) como supuestos referentes de la democracia en el mundo, en una dura reacción a la reciente invitación de Washington a más de 100 países a una cumbre sobre el tema, de la que Moscú fue excluido.
«Los organizadores y entusiastas detrás de este extraño evento afirman liderar al mundo en el avance de la causa de la democracia y los derechos humanos», dijo el Kremlin acerca de la invitación del presidente estadounidense, Joe Biden, a una «cumbre por la democracia» a celebrarse el 9 y el 10 de este mes de manera remota.
«Sin embargo, el historial y la reputación de Estados Unidos, Gran Bretaña y los estados miembros de la UE en términos de respeto de los derechos y libertades democráticos en el país, así como en la arena internacional, están, por decirlo suavemente, lejos de ser ideales», agregó la cancillería rusa en una declaración divulgada a la prensa.
Según el documento, «la evidencia sugiere que Estados Unidos y sus aliados no pueden ni deben reclamar el estatus de ‘faro’ de la democracia, ya que ellos mismos tienen problemas crónicos con la libertad de expresión, administración de elecciones, corrupción y derechos humanos».
«Surgen serias dudas de las continuas represalias de las autoridades estadounidenses contra los manifestantes fuera del Capitolio el 6 de enero, a quienes la administración estadounidense y los medios alineados llaman abiertamente ‘terroristas nacionales'». «Decenas de personas que no estaban de acuerdo con los resultados de las elecciones presidenciales fueron condenadas a penas de prisión desproporcionadas con respecto a sus actividades de oposición», expuso.
La declaración refirió que «Washington sigue guardando silencio sobre la tortura en la prisión de Guantánamo y los servicios de inteligencia estadounidenses fueron pioneros en la creación de prisiones secretas en estados aliados, una práctica sin precedentes en el mundo moderno».
Añadió que «Gran Bretaña tampoco puede posicionarse como una democracia progresista» porque «ese país es un hogar confortable para organizaciones que profesan la ideología neonazi con incidentes crecientes de racismo y discriminación contra las minorías étnicas y culturales en muchas esferas de la vida pública».
«Podemos seguir citando ejemplos que revelan la hipocresía en el centro de esta ‘cumbre por la democracia’. ¿Pero es necesario?», se preguntó la nota.
«Para resolver problemas urgentes, instamos a todos los socios extranjeros a que no se involucren en la ‘democratización’, no tracen nuevas líneas divisorias, sino que vuelvan a la observancia del derecho internacional y reconozcan en la práctica el principio de la igualdad soberana de los Estados, que es fijado en la Carta de la ONU», concluyó.
Biden invitó a cerca de 110 países, entre ellos la Argentina, a una cumbre virtual por la democracia, reunión a la que fueron convocados sus principales aliados occidentales. Rusia no fue invitada, según reportó en su momento la agencia de noticias Europa Press.
De América latina, el mandatario invitó a Brasil, Argentina, Chile, Colombia, Ecuador, México, Paraguay, Perú y Uruguay y excluyó a Venezuela, Cuba, Nicaragua, Bolivia y El Salvador.
De Medio Oriente solamente Israel e Irak fueron invitados, no así algunos aliados árabes tradicionales de Estados Unidos, como Egipto.
En Europa, Polonia fue invitada, pese a las recurrentes tensiones con Bruselas sobre el respeto al estado de derecho, pero no Hungría, encabezada por el polémico primer ministro Viktor Orban.