La agresión, según aseguró el secretario de Marina armada mexicana, buscaba atentar contra Andrés Cano, un capitán de fragata
Tres personas murieron el jueves por la noche en un ataque en el palacio municipal de la ciudad de Guaymas, en el estado mexicano de Sonora, dirigido contra el secretario de Seguridad local, un militar, hecho que fue repudiado este viernes por el presidente de México, Andrés López Obrador. Según el secretario de Marina armada mexicana, José Rafael Ojeda, se buscaba atentar contra Andrés Cano, un capitán de fragata.
«No fue un ataque directo a la alcaldesa, coincidieron que estaban la alcaldesa y el secretario de Seguridad municipal, que es un capitán de la Marina, y había una manifestación de mujeres. Los dos bajaron a conversar y en ese momento se dio la agresión, pero iban sobre el capitán», precisó Ojeda durante la conferencia de prensa diaria de López Obrador.
Guaymas, con más de 113.000 habitantes, es un importante puerto localizado en el Pacífico que ha sido blanco de disputas entre carteles de narcotraficantes.
El mandatario lamentó el ataque y envió «un abrazo a los familiares de los que perdieron la vida», reseñaron medios locales y la agencia de noticias AFP.
Las víctimas fueron un guardia del palacio municipal, un presunto atacante y una joven de 18 años, hija de un militar, que había participado en una manifestación en el Día internacional de la Eliminación de la Violencia contra la Mujer.
Las tareas de seguridad en el Guaymas están al mando de militares de la Marina desde 2019 como parte de un plan del gobierno federal para reforzar a policías locales, superadas por el crimen organizado. Pero pese a ello los asesinatos y desapariciones de civiles han continuado en estos dos años.
Un informe de la consultora en seguridad DataInt de agosto pasado ubica a la región de Guaymas y Ciudad Obregón, también en Sonora, como uno de los 13 «focos rojos» de violencia en México. Esa zona, de acuerdo con la consultora, sería blanco de disputas entre el cartel de Sinaloa, uno de los más poderosos del país, y una organización criminal local.
Según datos oficiales, México suma más de 300.000 asesinatos desde diciembre de 2006, cuando asumió como presidente Felipe Calderón y a los pocos días lanzó un polémico operativo militar antidrogas que empeoró la situación y elevó dramáticamente el número de víctimas.