El sitio ubicado en Catamarca esquina Italia fue distinguido este martes y CLG dialogó con su actual propietario
Por Mario Luzuriaga – Fotos Fernando Der Meguerditchian
El histórico bar Gorostarzu, ubicado desde 1929 en la esquina de Italia y Catamarca, fue declarado bar tradicional de Rosario por el Concejo Municipal.
En sus inicios, Gorostarzu era un almacén de ramos generales con expendio de bebidas, que luego comenzó a vender comida. Con el tiempo el bodegón se convirtió en chopería, con un sistema de enfriado de cerveza que se conserva exactamente igual a sus inicios.
CLG se acercó al mítico bar y habló con Jorge Sauan, uno de los propietarios, quien repasó la historia de este establecimiento hasta su actualidad.
—Se te deben cruzar un montón de sensaciones al recibir esta distinción.
—Sí por supuesto, es algo que nos enorgullece, junto con mi socio tenemos en claro que hemos aportado una parte importante de la historia del bar.
—¿Cómo nace el mito de Gorostarzu?
—Esto nace en los años 20 del siglo pasado, en el que el propio Gorostarzu abrió este lugar y que lo dirigió durante más de 40 años. La gente de la chopería Santa Fe la hicieron tal como la conocemos porque hasta ese momento funcionaba como bodegón. Hoy casualmente vendemos chopp Santa Fe, es como que se cierra el círculo. Son los responsables de los sabores que conocemos, de la serpentina que tenemos; ya no existe eso en el mercado. La cerveza se enfría directamente el barril o es eléctrica. Nosotros le calculamos 100 kilos de hielo por mes que le agregamos a la serpentina. Eso ya no es común verlo y ahora se vuelve a tomar valor.
—¿Cómo recibe el público ese chopp?
—Chopería en la ciudad hay dos, «Caballo blanco» y nosotros; después hay cervecerías artesanales donde el público es otro. Acá hay «parroquianos» fieles que vienen todas las semanas. Hoy por hoy bajamos la edad promedio que vienen a consumir. No deja de ser familiar, pero hemos bajado la franja etaria.
—Buscan ese sabor particular.
—Tenemos un cartel que dice «servimos el chopp más frío de la ciudad», y no tengo dudas que la gente nos viene a buscar.
—¿Cómo lograron sobrevivir a la pandemia?
—Fue horrendo, pero hoy decidimos hacer esta celebración porque vemos que hay una luz al final del túnel. Ya hay vacunas y pensamos que el año que viene va a ser mejor. Sobrevivimos por la comprensión de los empleados, donde luego se recompensó la actitud y lo bueno es que al estar 18 años haciendo las cosas bien, nos dieron todos una gran mano. También lo hicieron los dueños del local y los proveedores.
—¿Cómo viene el futuro de Gorostarzu?
—En el futuro inmediato es nuestra época, y durante el invierno ampliamos un poco la carta para dar otras opciones. Pero no deja de tener una propuesta veraniega como la variedad de carlitos, que son nuestra punta de lanza, las cazuelas, tortillas, cazuelas y todo eso acompañado de un buen chopp. Luego de esta temporada vamos a cerrar para renovar el negocio, apostamos a las redes sociales, pero sin perder la mística del bar.