Por José Odisio
Newell’s necesita un entrenador, eso está a la vista. Lo piden los hinchas y lo sabe la dirigencia. Ya hubo varias negativas y la búsqueda empieza a transitar zona de alternativas. Los nombres top desaparecen y hoy se piensa en otras que entusiasman menos. Pero uno debe llegar, y lo que deberá hacer la dirigencia es reducir el margen de error, acompañando con refuerzos.
Mientras tanto, quedan 6 fechas. Son 18 puntos en juego, demasiados para relajarse o pensar que lo que suceda no importa. De lo que consiga sumar Newell’s en esta parte final dependerá en parte la tranquilidad que tenga el próximo DT en el inicio respecto de la tabla de promedios.
Taffarel empieza a cerrar una idea. Sustentarse en algunos experimentados como Lema, Pérez, Scocco y Maxi, y apostar a los pibes, algunos con más rodaje y otros que recién suman minutos en primera. El gol de Román Bravo con Independiente acrecentó esta idea del DT. Y si no fuera por la necesidad y el valor que tienen los puntos de cara al futuro, la apuesta del técnico tendría mucho sustento.
Al menos en esa idea, Taffarel empieza a establecer un esquema y no cambiar tanto. Newell’s se parará 4-4-2 con extremos de ida y vuelta y liberará un poco a Castro, que sin dudas se muestra perdido en estos partidos del interinato de Taffarel.
Ganar importa, mucho. Porque además le dará tiempo a la dirigencia para buscar el próximo entrenador. Y con muchos nombres caídos, el apuro puede provocar un error en la elección. Sumar con Unión no sólo respaldará a Taffarel, le dará margen a los directivos, lo que no es poco.