La alianza opositora transita los últimos días previos a las elecciones del domingo 14 en donde buscará repetir el triunfo logrado en las Paso
La alianza Juntos por el Cambio encara el final de campaña con la intención de repetir el triunfo de las Paso pero con ruidos internos, generados en gran parte por el incómodo protagonismo del expresidente Mauricio Macri, quien el miércoles último retroalimentó esa centralidad con el episodio del micrófono del canal C5N en la puerta del juzgado de Dolores.
La irrupción del exmandatario coincide con cierta expectativa alimentada por las encuestas que circulan en la coalición opositora, en las que en líneas generales se confirman los resultados de las Paso aunque en la provincia de Buenos Aires -y en ese punto está puesto el foco- anticipan un resultado abierto.
En las primarias del 12 de septiembre JxC le sacó una ventaja de diez puntos porcentuales al Frente de Todos a nivel país, aunque en la provincia de Buenos Aires esa diferencia se redujo a cuatro puntos.
En las Paso del territorio bonaerense, los resultados del escrutinio definitivo confirmaron que la coalición opositora obtuvo 37,33% de los votos (lo acompañaron 3.262.253 electores) mientras que el oficialismo cosechó el 33,25% (equivalente a 2.905.720).
Con esas perspectivas, lo esperable hubiera sido que en JxC primara la tranquilidad, pero el retorno de Macri a la escena, las repetidas citaciones judiciales a las que primero trató de ignorar, para luego presentarse a la indagatoria en la causa por el presunto espionaje ilegal a los familiares de la tripulación del ARA San Juan, metieron tensión y ruido.
El hecho que trajo más controversia ocurrió el miércoles en el ingreso al juzgado de Dolores, donde Macri se topó con una guardia periodística y al caminar entre todos los micrófonos de los distintos medios eligió el del canal de noticias C5N, del Grupo Indalo, para tomarlo y dejarlo caer al piso, escena que además fue capturada por un fotógrafo de la agencia Télam.
Esa secuencia fastidió a dirigentes de la alianza opositora y derivó en varios pronunciamientos críticos de asociaciones de periodistas.
Pero no fue el único episodio que incomodó a los representantes de JxC que pretenden ir desplazando a Macri para conducir el espacio.
Unas declaraciones del exmandatario que incluyeron términos bastante elogiosos hacia Javier Milei, primer candidato a diputado en la CABA por Avanza Libertad, cayeron como un baldazo de agua fría en los referentes del distrito, ya que Milei obtuvo nada menos que 14 puntos en las urnas, muchos a expensas de históricos votantes de Cambiemos.
Durante un reportaje, Macri elogió la aparición de Milei, se mostró permeable a algunas de las propuestas que promueve el economista, y dijo que en un futuro no muy lejano, incluso, podrían converger.
Si en las elecciones del 14 de noviembre se repitieran los resultados de las Paso, la lista de la exgobernadora María Eugenia Vidal ubicaría en el Congreso siete diputados nacionales en representación de la CABA, aunque el objetivo al que se apunta desde la alianza opositora es incrementar ese número para lograr ocho y hasta nueve legisladores.
Por esto, el respaldo que Macri le dio a Milei generó disgusto en el comando porteño de JxC, desde donde se organizó un acto para que Ricardo López Murphy intente retener el voto liberal del electorado en CABA.
En paralelo a este escenario de tensión, las figuras de JxC que aspiran a competir en 2023 empiezan a posicionarse para el próximo turno presidencial.
El más lanzado es el jefe de gobierno Horacio Rodríguez Larreta, quien ya comenzó a caminar el país, en principio para respaldar candidatos que se postulan este año en diversos distritos, pero también para reafirmar su proyecto de llegar a la Casa Rosada el 10 de diciembre de 2023.
En la baraja de candidatos del PRO también aparece la titular del partido, Patricia Bullirch, pero además está el propio Macri, a quien hace un tiempo sus propios aliados veían como un protagonista ya «jubilado», pero que en estos días empezó a moverse como si efectivamente pensara en el «segundo tiempo», como la continuidad de su «Primer tiempo», título que eligió para el libro en el que repasó su gestión.
Por fuera del PRO, el lote de precandidatos a presidente dispone de tres dirigentes radicales: el neurocirujano Facundo Manes, el primer candidato a senador nacional por Mendoza Alfredo Cornejo, y el gobernador de Jujuy, Gerardo Morales.
El radicalismo ya venía avisando que este año presentaría pelea con varios presidenciables, y lo terminó de dejar en claro durante el acto realizado el jueves 28 de octubre en el microestadio de Ferro.
Esa ambición tendrá su correlato, además, en una renovación de las autoridades del Comité Nacional de la UCR.
Estas especulaciones tienen su eco en el distrito bonaerense: en el entorno de Diego Santilli creen que un triunfo en Buenos Aires del ex vicejefe de gobierno porteño lo dejaría posicionado como el candidato más firme de JxC para la gobernación.
Pero otros referentes del PRO aspiran también a llegar a La Plata: seguro Jorge Macri, quien en los próximos días se convertiría en ministro de Larreta para lanzar desde allí su candidatura a gobernador, en un puesto que le permitiría tener trato diario con los intendentes.
Tampoco hay que descartar la postulación de otros intendentes o legisladores del PRO, como el jefe del bloque de ese partido en Diputados, Cristian Ritondo; o los jefes comunales Julio Garro (La Plata), Néstor Grindetti (Lanús) y Diego Valenzuela (Tres de Febrero).
La batería de nombres para el distrito electoral más poblado podría completarse con dos referentes provinciales de Manes: el intendente de San Miguel, Joaquín de la Torre, y el extitular de la Cámara de Diputados entre 2015-2019, Emilio Monzó.
Un proceso similar se vive en la CABA, con dirigentes que ya empiezan a observarse de reojo en la búsqueda de posicionarse para construir liderazgos rumbo a 2023.
Con Larreta lanzado a la presidencial, Vidal se posiciona como candidata natural a conducir el distrito, aunque tendrá un contendiente en el senador Martín Lousteau, de extracción radical.
Lousteau define por estas horas su futuro político, al tanto de que en su propio partido lo postulan para roles distintos: hay quienes lo ven como presidenciable, otro sector de la UCR lo candidatea para presidir el Comité Nacional y enfrentar en esa pelea a Gerardo Morales, mientras que otros empujan para que sea Jefe de Gobierno.
Si hasta aquí JxC mantuvo una relativa unidad a pesar de los chispazos, es probable que luego del 14 de noviembre se abra una nueva etapa en la que las alianzas se pongan a prueba y se profundicen las diferencias, que -a pesar de la diplomacia y el manejo de los tiempos- ya son difíciles de disimular.