El Instituto Nacional del Agua advirtió sobre una "mejoría de corto plazo" en las lluvias sobre la región, pero la tendencia climática "aún sigue siendo desfavorable y sin un retorno a la normalidad"
El río Paraná crece desde principios de octubre y se mantiene estacionado en varios puertos de Entre Ríos, aún lejos de sus niveles normales y por debajo del nivel de aguas bajas, y con una tendencia climática desfavorable al menos para los próximos tres meses, informaron hoy especialistas en hidrología.
El Instituto Nacional del Agua (INA) advirtió sobre una «mejoría de corto plazo» en las lluvias sobre la región, pero la tendencia climática «aún sigue siendo desfavorable y sin un retorno a la normalidad», hasta por lo menos el 31 de enero del 2022.
La bajante extraordinaria actual afecta considerablemente la vida ambiental, económica, productiva y social de ciudades a la vera del agua en Entre Ríos.
El INA destacó que mejoró la condición hídrica de la región en la que se genera mayormente el caudal del río Paraná, que se propagará y provocará otra mejoría, pero sin salir de la franja de aguas bajas.
El historiador, poeta y cantautor Roberto Romani, afirmó a Télam que la bajante «es un golpe anímico muy duro desde lo ambiental y social» y señaló que «no hay memoria de algo similar y va a demorar años en recuperarse».
«Es un golpe anímico muy duro ver tanta arena y no escuchar los pájaros, hay silencios que dan tristeza y una pena tremenda a todos los que amamos y nos criamos con el río», señaló el autor de unos 25 libros.
Romani convocó «al Estado, la docencia, los medios y las familias a procurar transmitir lo que significa vivir en torno al río y su importancia» una vez que se supere esta bajante histórica.
«Tenemos que cuidarlo mucho, depende de nosotros no agredirlo, mantenerlo limpio y no perjudicarlo de tal manera que cuando ocurren fenómenos como estos no genere la sensación de que ese cauce puede silenciarse para siempre», concluyó el historiador.
Las alturas actuales ya superaron las marcas de 1971 (0,50 metros), las de 2020 y 1970 (0 metros), y hay que remontarse a 1944 para registrar una situación peor que la actual.
Ese año, el río marcó -1,40 (debajo del nivel del mar) metros frente a Paraná, al igual que en Diamante (-1,38), Victoria (-41) y en La Paz (-1,11).
En la ciudad de Paraná, el río se mantiene cerca de 1,50 metros de altura desde el 28 de octubre, hoy con dos centímetros menos, por debajo de su nivel de aguas bajas (2,30 metros) y de su altura promedio en octubre (2,67 metros).
Aún así, el INA espera que descienda lo que resta del mes, oscilando su altura entre los 85 centímetros y 1,40 metros en noviembre.
En La Paz, el río Paraná se mantiene con 2,20 metros este viernes, 2,10 más que en agosto pero aún lejos de los 3,20 metros de límite de aguas bajas y de los 3,72 que la Prefectura Naval Argentina (PNA) registró como promedio entre 1996 y 2020.
En el puerto de Diamante también creció la altura y oscila cerca de 1,70 metros, por debajo pero más cerca de los 2,40 metros del límite de aguas bajas, y el INA prevé que descienda a 0,95 en diciembre.
En tanto, en Victoria creció y se mantiene con 2,30 metros, por debajo de aguas bajas (2,60), de sus 3,33 registrados como promedio este mes; y el INA prevé que descienda a 1,60 en diciembre y a 1,77 metros en enero.