“Esperamos la perpetua. Aguardamos el resultado con mucha ansiedad. Ojalá ellos tengan su merecido. Luego de estos 4 años y 7 meses de lucha esperamos que sea algo positivo que nos permita seguir”, expresó Mónica Ferreyra, madre de la víctima
Un tribunal dará a conocer hoy la sentencia del juicio que se le sigue a ocho hombres por el crimen de Araceli Fulles, quien en 2017 fue hallada asesinada y con signos de haber sido asfixiada debajo de escombros en una casa de la localidad bonaerense de José León Suárez.
“Esperamos la perpetua. Aguardamos el resultado con mucha ansiedad. Ojalá ellos tengan su merecido. Luego de estos 4 años y 7 meses de lucha esperamos que sea algo positivo que nos permita seguir”, expresó Mónica Ferreyra, madre de la víctima.
El Tribunal Oral en lo Criminal (TOC) 3 de San Martín convocó a una audiencia para las 16 en los tribunales de la avenida Ricardo Balbín 1753, en ese partido bonaerense.
En los alegatos, tanto la fiscal Mariana Piwarczuk como el abogado representante de particular damnificado, Diego Szpigiel, solicitaron la pena de prisión perpetua solo para tres de los acusados: Carlos Casalz, Hugo Cabañas y Marcelo Escobedo.
En tanto, no fueron acusados Hernán Rodrigo Badaracco, Carlos Antonio Ibarra, Daniel Alaniz y los hermanos Jonathan y Emanuel Ávalos, quienes serán absueltos.
En tanto, otro de los sospechosos, Darío Badaracco, hermano del imputado Hernán Rodrigo, había sido detenido por el hecho pero murió el 13 de abril de 2019 luego de haber permanecido internado cinco días en un hospital de la ciudad de Olavarría, tras ser atacado a golpes y quemado con agua caliente por dos compañeros de celda en el penal de Sierra Chica.
“Desistimos de la acusación de estas cinco personas ya que no había elementos probatorios para considerar que se dirigieron hacia el corralón donde tuvo lugar el crimen”, indicó a Télam Szpigiel, abogado de la familia Fulles.
A su vez, el letrado especificó: “La situación de Hernán Badaracco termina en la Plaza 9 de Julio. En igual sentido, se acreditó que Emanuel Avalos la llevó a Araceli a la plaza y luego se fue a una fiesta. De eso dieron fe los testigos que asistieron a ese evento. Cuando se fue Avalos la dejo en compañía de su hermano Jonathan y Marcos Ibarra, quienes luego también se retiraron”.
Mientras tanto, Szpigiel remarcó que las pruebas contra Casalz, Escobedo y Cabañas son «contundentes».
“Casalz era el dueño del corralón donde el perro marcó la presencia del cuerpo de Araceli y era la única persona que tenía la llave que permitía dar acceso al lugar. A Cabañas se lo ve a las 7 de la mañana dirigirse hacia el corralón mediante las filmaciones de cámaras de seguridad. Y, por último, se probó que Escobedo no estuvo en su casa y utilizó su coche para ocultar el cuerpo de Araceli”.
Por su parte, la madre de Araceli expresó que después de conocer el fallo, se dedicará a “acompañar a familiares de víctimas de femicidios”.
“Me gustaría hacer charlas en las escuelas para contarles lo que viví con mi hija. Quiero ayudar a la gente que está pasando por situaciones similares por las que yo pasé”, reflexionó Ferreyra.
El debate, que juzgó a los ocho hombres por el delito de «homicidio agravado por femicidio y por la participación de dos o más personas», se extendió por 53 días, en el cual declararon casi 300 testigos a lo largo de 14 audiencias en las que se intentó reconstruir minuciosamente el recorrido de Araceli y de los imputados durante la noche del hecho.
En principio, todos los acusados llegaron libres al debate oral, pero a lo largo del proceso judicial se registraron una serie de amenazas por parte de dos de los imputados cuyas víctimas fueron familiares y testigos, por lo que fueron detenidos.
Por un lado, Casalz fue arrestado el 12 de septiembre cuando fue a votar, acusado de amenazar a un testigo y a la madre de Araceli, a quien le mandó un video de nueve segundos con una ametralladora diciendo «hay bala para toda la familia», mientras que Cabañas fue detenido dos días después, luego de que intentó ingresar a la segunda audiencia del juicio oral con un arma blanca.
Ante esa situación, el juez Martín Klobovs los procesó con prisión preventiva hasta que se dé a conocer la sentencia
Araceli (22) fue hallada muerta el 27 de abril debajo de unos escombros en el patio de la casa de Darío Badaracco, ubicada en Alfonsina Storni 4477, de José León Suárez, partido de San Martín, en el noroeste del conurbano.
La joven había sido vista con vida por última vez la madrugada del 2 de abril de 2017, en una plaza cercana a su casa, y el último contacto con su familia fue a las 7 de la mañana de ese día, cuando le envió un mensaje a su madre diciéndole: «Vieja, prepará las cosas para el mate que estoy yendo para casa».
Pero Araceli nunca apareció y su cuerpo fue hallado 25 días después tras la intervención de perros pertenecientes a los Bomberos Voluntarios de Punta Alta.
La autopsia determinó que la joven murió por «asfixia mecánica» por «estrangulamiento a lazo» con un elemento compatible con precintos plásticos.