Este martes se firmará un acuerdo para detener la deforestación en 2030, a partir de 19.200 millones de dólares de fondos públicos y privados
Líderes o representantes de más de 100 países firmarán hoy un compromiso para frenar y revertir la deforestación durante la conferencia de la ONU sobre clima COP26, en el primer logro concreto del encuentro internacional en el Reino Unido.
Brasil, donde se han deforestado cientos de miles de kilómetros cuadrados de la selva amazónica, la selva tropical más grande del mundo, estará entre los firmantes del compromiso, anunciado anoche por el Gobierno británico, anfitrión de la conferencia.
El acuerdo se firmará en el tercer día de la COP26 y segundo y último día de la cumbre parte de la conferencia, cuando decenas de líderes mundiales, entre ellos el presidente Alberto Fernández, detallarán sus compromisos con la lucha contra el cambio climático.
En la jornada inaugural de la cumbre, jefes de Estado y de Gobierno lanzaron ayer dramáticos llamados a recortar las emisiones de gases de efecto invernadero para «salvar a la humanidad» de los devastadores efectos del cambio climático.
También hoy, Estados Unidos y la Unión Europea (UE) tenían previsto lanzar una iniciativa que busca liderar los esfuerzos internacionales para recortar las emisiones de metano, otro potente gas que explica el calentamiento global.
Al hablar hoy ante la conferencia, el primer ministro británico, Boris Johnson, dijo que el acuerdo que se firmará compromete a más de 100 países a detener la deforestación en 2030 gracias a 19.200 millones de dólares de fondos públicos y privados.
«Estos grandes ecosistemas abundantes, son los pulmones de nuestro planeta y esenciales para nuestra propia supervivencia», señaló Johnson, que habló de un «acuerdo histórico» y una «oportunidad sin comparación para crear puestos de trabajo».
«Con las promesas sin precedentes de hoy, tendremos la oportunidad de poner fin a la larga historia de la humanidad como conquistadora de la naturaleza y, en cambio, convertirnos en su custodio», agregó.
Los expertos tuvieron reacciones diversas respecto al anuncio.
Algunos de ellos que lo consideraron positivo, aunque advirtieron que un acuerdo previo de 2014 no logró detener la deforestación en absoluto y que es imperiosos cumplir con los compromisos.
Otros, en cambio, denunciaron el anuncio como una «luz verde para otra década de destrucción forestal».
Bosques y selvas absorben casi un tercio del CO2 global emitido por la quema de combustibles fósiles, pero cada minuto se pierde una superficie forestal equivalente a 27 campos de fútbol, según la presidencia de la COP26.
Por otra parte, el 23% de las emisiones mundiales de CO2 proceden de actividades como la tala, la deforestación y la agricultura y 1.600 millones de personas -casi 25% de la población mundial- dependen de los bosques para su subsistencia.
Los países que firmarán el acuerdo contienen el 85% de los bosques del mundo, y entre ellos destacan Rusia, Canadá, Brasil, Rusia, Colombia, Indonesia y la República Democrática del Congo.
Todos ellos se comprometerán con 12.000 millones de dólares de fondos públicos para proteger y restaurar los bosques, junto con 7.200 millones de dólares de inversión privada.
El Reino Unido destinará más de 2.000 millones de dólares a lo largo de cinco años para apoyar la promesa de los bosques.
Ese dinero incluirá casi 500 millones de dólares para los bosques tropicales de Indonesia y más de 270 millones de dólares para la Coalición LEAF, organismo que que facilita que los países con bosques tropicales y subtropicales avancen más rápido hacia el fin de la deforestación.
Los gobiernos que representan el 75% del comercio mundial de productos básicos clave que pueden amenazar los bosques, como el aceite de palma, el cacao y la soja, también suscribirán una nueva Declaración de Bosques, Agricultura y Comercio de Productos Básicos (FACT).
El ministro de Medio Ambiente británico, George Eustice, describió hoy el acuerdo de deforestación como un «avance realmente significativo».
En declaraciones a Sky News, resaltó también que Brasil esté entre los firmantes, considerando que se trata de un compromiso que el país sudamericano no había asumido antes.
«Creo que las cosas están empezando a cambiar en términos de su enfoque. Siempre con estos acuerdos multilaterales, tenemos que trabajar con los países. Necesitamos que todo el mundo se una y haga estos compromisos. Creo que es produjo cierto éxito», dijo.