Por Enrique Genovar
Central jugó un partido para el olvido y cayó con justicia en su visita a Santa Fe. El equipo del Kily no dio la talla en un encuentro donde enfrentó a un rival directo pensando en el ingreso a la Sudamericana. Una flojísima presentación fue la que tuvo el Canalla en el 15 de Abril, con jugadores, salvo Broun, Gamba y Ruben, que estuvieron en un nivel bajísimo.
El Canalla no estuvo a la altura de lo que pedía el partido y terminó sufriéndolo ante un rival muy práctico y que no lo ganó por más porque no estuvo tan fino a la hora de la definición en el arco de enfrente.
Un partido que lo comenzó a perder casi desde el vestuario, porque entró dormido y a pesar de tener el saque inicial Unión lo pasó a ganar cuando solamente iban 20 segundos. Como lo empezó lo terminó. Central no tuvo juego, no quitó, careció de idas tanto adentro como afuera de la cancha; ya que el Kily nunca pudo transmitir lo que el equipo no tenía y necesitaba para que la empresa no termine como terminó. El local hizo lo que quiso en los primeros 30 donde no pudo ampliar la diferencia más allá de los dos goles. En ese minuto apareció lo único digno que mostró el Canalla en la capital de la provincia: Marco Ruben. El goleador metió un cabezazo bárbaro para meter a su equipo en el partido y de yapa alcanzó al Matador Kempes en la tabla de goleadores históricos del club.
Para el complemento se esperaba una reacción, pero no llegó. Y eso que el técnico puso a Fosa Ferreyra en el descanso y en los primeros minutos del segundo tiempo le dio luz verde a Zabala y Luciano Ferreyra. Pero nada cambió. El rival tuvo al menos cuatro claras y si bien no fue por juego el Canalla tuvo dos para llegar al empate. El rival en una de las últimas aprovechó la oportunidad y le dio mayor justicia al marcador cuando convirtió el tercero.
Un paso en falso muy grande fue el que dio Central en Santa Fe. No solamente porque perdió ante un rival directo, sino por las pocas formas que mostró el equipo durante todo el transcurso del juego en el 15 de Abril. Una derrota que preocupa no solo por el poco trayecto que le queda al torneo, sino porque llena de dudas el futuro inmediato.