Política y Economía

Aníbal Fernández: «Río Negro estaba a la buena de Dios antes de la llegada de Gendarmería»


De todos modos, el integrante del Gabinete aclaró que "a los palos no se resuelve" el conflicto entre los gobiernos provinciales y los pueblos originarios

El ministro de Seguridad, Aníbal Fernández, aseguró que Río Negro estaba «a la buena de Dios» antes de la llegada de efectivos de la Gendarmería para intentar frenar la violencia de grupos mapuches y remarcó que la gobernadora de la provincia patagónica, Arabela Carreras, «no puede obviar que le tocan responsabilidades que no las está cumpliendo».

El funcionario nacional señaló que el objetivo del envío de uniformados federales al Sur es «colaborar de la mejor manera que se pueda para evitar zozobras o preocupaciones en el pueblo rionegrino, que está fumándose lo que está sucediéndose en estos casos con una violencia que tendrían que haber actuado las fuerzas policiales, mas sabiendo que ésa es la región».

«Alguien tendría que haber estado preparado para ello y nadie está: está todo a la buena de Dios. Hasta que no llegara la Gendarmería a patrullar… La gobernadora no puede obviar que le tocan responsabilidades que no las está cumpliendo», sostuvo el titular de la cartera policial.

En declaraciones radiales, el ex senador nacional agregó: «La propia Ley de Seguridad Interior nos obliga a tener que actuar de una determinada manera, que pareciera ser que es lo que ella no quiere entender».

En ese sentido, Aníbal Fernández remarcó que el Gobierno nacional debe intervenir cuando una provincia «tiene complicaciones severas en su institucionalidad» e insistió en que los temas relacionados con pueblos originarios «cada una de las provincias lo tiene que ir resolviendo de la mejor manera».

Asimismo, el ministro de Seguridad señaló que los ataques incendiarios «no se pueden considerar como la búsqueda de reivindicación de un derecho, sino como un delito, y lo tiene que perseguir la Justicia provincial y sancionar a los responsables».

Al referirse a las críticas de la oposición, el funcionario nacional aseguró que «es mentira» que la Nación se esté desligando de la seguridad en Río Negro. «Lo hablé con el Presidente (Alberto Fernández) y envié en forma inmediata (efectivos). Cuando se empezó a hablar del tema, ya estaba la gente allá», indicó.

De todos modos, el integrante del Gabinete aclaró que «a los palos no se resuelve esto».